à åÇéÌÈ÷Èí, åÇéÌÅìÇêÀ; åÄéäåÉðÈúÈï, áÌÈà äÈòÄéø.
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1 Y VINO David á Nob, á Ahimelech sacerdote: y sorprendióse Ahimelech de su encuentro, y díjole: ¿Cómo tú solo, y nadie contigo?
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á åÇéÌÈáÉà ãÈåÄã ðÉáÆä, àÆì-àÂçÄéîÆìÆêÀ äÇëÌÉäÅï; åÇéÌÆçÁøÇã àÂçÄéîÆìÆêÀ ìÄ÷ÀøÇàú ãÌÈåÄã, åÇéÌÉàîÆø ìåÉ îÇãÌåÌòÇ àÇúÌÈä ìÀáÇãÌÆêÈ, åÀàÄéùÑ, àÅéï àÄúÌÈêÀ.
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2 Y respondió David al sacerdote Ahimelech: El rey me encomendó un negocio, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna de este negocio á que yo te envío, y que yo te he mandado; y yo señalé á los criados un cierto lugar.
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â åÇéÌÉàîÆø ãÌÈåÄã ìÇàÂçÄéîÆìÆêÀ äÇëÌÉäÅï, äÇîÌÆìÆêÀ öÄåÌÇðÄé ãÈáÈø, åÇéÌÉàîÆø àÅìÇé àÄéùÑ àÇì-éÅãÇò îÀàåÌîÈä àÆú-äÇãÌÈáÈø àÂùÑÆø-àÈðÉëÄé ùÑÉìÅçÂêÈ, åÇàÂùÑÆø öÄåÌÄéúÄêÈ; åÀàÆú-äÇðÌÀòÈøÄéí éåÉãÇòÀúÌÄé, àÆì-îÀ÷åÉí ôÌÀìÉðÄé àÇìÀîåÉðÄé.
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3 Ahora pues, ¿qué tienes á mano? dame cinco panes, ó lo que se hallare.
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ã åÀòÇúÌÈä, îÇä-éÌÅùÑ úÌÇçÇú-éÈãÀêÈ çÂîÄùÌÑÈä-ìÆçÆí--úÌÀðÈä áÀéÈãÄé; àåÉ, äÇðÌÄîÀöÈà.
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4 Y el sacerdote respondió á David, y dijo: No tengo pan común á la mano; solamente tengo pan sagrado: mas lo daré si los criados se han guardado mayormente de mujeres.
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ä åÇéÌÇòÇï äÇëÌÉäÅï àÆú-ãÌÈåÄã åÇéÌÉàîÆø, àÅéï-ìÆçÆí çÉì àÆì-úÌÇçÇú éÈãÄé: ëÌÄé-àÄí-ìÆçÆí ÷ÉãÆùÑ éÅùÑ, àÄí-ðÄùÑÀîÀøåÌ äÇðÌÀòÈøÄéí àÇêÀ îÅàÄùÌÑÈä. {ô}
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5 Y David respondió al sacerdote, y díjole: Cierto las mujeres nos han sido reservadas desde anteayer cuando salí, y los vasos de los mozos fueron santos, aunque el camino es profano: cuanto más que hoy habrá otro pan santificado en los vasos.
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å åÇéÌÇòÇï ãÌÈåÄã àÆú-äÇëÌÉäÅï åÇéÌÉàîÆø ìåÉ, ëÌÄé àÄí-àÄùÌÑÈä òÂöËøÈä-ìÈðåÌ ëÌÄúÀîåÉì ùÑÄìÀùÑÉí, áÌÀöÅàúÄé, åÇéÌÄäÀéåÌ ëÀìÅé-äÇðÌÀòÈøÄéí ÷ÉãÆùÑ: åÀäåÌà, ãÌÆøÆêÀ çÉì--åÀàÇó, ëÌÄé äÇéÌåÉí éÄ÷ÀãÌÇùÑ áÌÇëÌÆìÄé.
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6 Así el sacerdote le dió el pan sagrado, porque allí no había otro pan que los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de delante de Jehová, para que se pusiesen panes calientes el día que los otros fueron quitados.
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æ åÇéÌÄúÌÆï-ìåÉ äÇëÌÉäÅï, ÷ÉãÆùÑ: ëÌÄé ìÉà-äÈéÈä ùÑÈí ìÆçÆí, ëÌÄé-àÄí-ìÆçÆí äÇôÌÈðÄéí äÇîÌåÌñÈøÄéí îÄìÌÄôÀðÅé éÀäåÈä, ìÈùÒåÌí ìÆçÆí çÉí, áÌÀéåÉí äÄìÌÈ÷ÀçåÉ.
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7 Aquel día estaba allí uno de los siervos de Saúl detenido delante de Jehová, el nombre del cual era Doeg, Idumeo, principal de los pastores de Saúl.
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ç åÀùÑÈí àÄéùÑ îÅòÇáÀãÅé ùÑÈàåÌì áÌÇéÌåÉí äÇäåÌà, ðÆòÀöÈø ìÄôÀðÅé éÀäåÈä, åÌùÑÀîåÉ, ãÌÉàÅâ äÈàÂãÉîÄé--àÇáÌÄéø äÈøÉòÄéí, àÂùÑÆø ìÀùÑÈàåÌì.
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8 Y David dijo á Ahimelech: ¿No tienes aquí á mano lanza ó espada? porque no tomé en mi mano mi espada ni mis armas, por cuanto el mandamiento del rey era apremiante.
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è åÇéÌÉàîÆø ãÌÈåÄã ìÇàÂçÄéîÆìÆêÀ, åÀàÄéï éÆùÑ-ôÌÉä úÇçÇú-éÈãÀêÈ çÂðÄéú àåÉ-çÈøÆá: ëÌÄé âÇí-çÇøÀáÌÄé åÀâÇí-ëÌÅìÇé ìÉà-ìÈ÷ÇçÀúÌÄé áÀéÈãÄé, ëÌÄé-äÈéÈä ãÀáÇø-äÇîÌÆìÆêÀ ðÈçåÌõ. {ñ}
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9 Y el sacerdote respondió: La espada de Goliath el Filisteo, que tú venciste en el valle del Alcornoque, está aquí envuelta en un velo detrás del ephod: si tú quieres tomarla, tómala: porque aquí no hay otra sino esa. Y dijo David: Ninguna como ella: dámela.
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é åÇéÌÉàîÆø äÇëÌÉäÅï, çÆøÆá âÌÈìÀéÈú äÇôÌÀìÄùÑÀúÌÄé àÂùÑÆø-äÄëÌÄéúÈ áÌÀòÅîÆ÷ äÈàÅìÈä äÄðÌÅä-äÄéà ìåÌèÈä áÇùÌÒÄîÀìÈä àÇçÂøÅé äÈàÅôåÉã--àÄí-àÉúÈäÌ úÌÄ÷ÌÇç-ìÀêÈ ÷Èç, ëÌÄé àÅéï àÇçÆøÆú æåÌìÈúÈäÌ áÌÈæÆä; {ñ} åÇéÌÉàîÆø ãÌÈåÄã àÅéï ëÌÈîåÉäÈ, úÌÀðÆðÌÈä ìÌÄé.
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10 Y levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y vínose á Achîs rey de Gath.
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éà åÇéÌÈ÷Èí ãÌÈåÄã, åÇéÌÄáÀøÇç áÌÇéÌåÉí-äÇäåÌà îÄôÌÀðÅé ùÑÈàåÌì; åÇéÌÈáÉà, àÆì-àÈëÄéùÑ îÆìÆêÀ âÌÇú.
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11 Y los siervos de Achîs le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿no es éste á quien cantaban en corros, diciendo: Hirió Saúl sus miles, Y David sus diez miles?
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éá åÇéÌÉàîÀøåÌ òÇáÀãÅé àÈëÄéùÑ, àÅìÈéå, äÂìåÉà-æÆä ãÈåÄã, îÆìÆêÀ äÈàÈøÆõ; äÂìåÉà ìÈæÆä, éÇòÂðåÌ áÇîÌÀçÉìåÉú ìÅàîÉø, äÄëÌÈä ùÑÈàåÌì áÌÇàÂìÈôÈå, åÀãÈåÄã áÌÀøÄáÀáÉúÈå.
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12 Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Achîs rey de Gath.
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éâ åÇéÌÈùÒÆí ãÌÈåÄã àÆú-äÇãÌÀáÈøÄéí äÈàÅìÌÆä, áÌÄìÀáÈáåÉ; åÇéÌÄøÈà îÀàÉã, îÄôÌÀðÅé àÈëÄéùÑ îÆìÆêÀ-âÌÇú.
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13 Y mudó su habla delante de ellos, y fingióse loco entre sus manos, y escribía en las portadas de las puertas, dejando correr su saliva por su barba.
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éã åÇéÀùÑÇðÌåÉ àÆú-èÇòÀîåÉ áÌÀòÅéðÅéäÆí, åÇéÌÄúÀäÉìÅì áÌÀéÈãÈí; åÇéÀúÈå òÇì-ãÌÇìÀúåÉú äÇùÌÑÇòÇø, åÇéÌåÉøÆã øÄéøåÉ àÆì-æÀ÷ÈðåÉ. {ñ}
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14 Y dijo Achîs á sus siervos: He aquí estáis viendo un hombre demente; ¿por qué lo habéis traído á mí?
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èå åÇéÌÉàîÆø àÈëÄéùÑ, àÆì-òÂáÈãÈéå: äÄðÌÅä úÄøÀàåÌ àÄéùÑ îÄùÑÀúÌÇâÌÅòÇ, ìÈîÌÈä úÌÈáÄéàåÌ àÉúåÉ àÅìÈé.
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15 ¿Fáltanme á mí locos, para que hayáis traído éste que hiciese del loco delante de mí? ¿había de venir éste á mi casa?
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èæ çÂñÇø îÀùÑËâÌÈòÄéí, àÈðÄé, ëÌÄé-äÂáÅàúÆí àÆú-æÆä, ìÀäÄùÑÀúÌÇâÌÅòÇ òÈìÈé; äÂæÆä, éÈáåÉà àÆì-áÌÅéúÄé. {ô}
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