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à àÈæ, àÈîÇø ùÑÀìÉîÉä: éÀäåÈä àÈîÇø, ìÄùÑÀëÌåÉï áÌÈòÂøÈôÆì.
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1 ENTONCES dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.
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á åÇàÂðÄé áÌÈðÄéúÄé áÅéú-æÀáËì, ìÈêÀ; åÌîÈëåÉï ìÀùÑÄáÀúÌÀêÈ, òåÉìÈîÄéí.
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2 Yo pues he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre.
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â åÇéÌÇñÌÅá äÇîÌÆìÆêÀ, àÆú-ôÌÈðÈéå, åÇéÀáÈøÆêÀ, àÅú ëÌÈì-÷ÀäÇì éÄùÒÀøÈàÅì; åÀëÈì-÷ÀäÇì éÄùÒÀøÈàÅì, òåÉîÅã.
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3 Y volviendo el rey su rostro, bendijo á toda la congregación de Israel: y toda la congregación de Israel estaba en pie.
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ã åÇéÌÉàîÆø, áÌÈøåÌêÀ éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì, àÂùÑÆø ãÌÄáÌÆø áÌÀôÄéå, àÅú ãÌÈåÄéã àÈáÄé; åÌáÀéÈãÈéå îÄìÌÅà, ìÅàîÉø.
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4 Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, el cual con su mano ha cumplido lo que habló por su boca á David mi padre, diciendo:
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ä îÄï-äÇéÌåÉí, àÂùÑÆø äåÉöÅàúÄé àÆú-òÇîÌÄé îÅàÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, ìÉà-áÈçÇøÀúÌÄé áÀòÄéø îÄëÌÉì ùÑÄáÀèÅé éÄùÒÀøÈàÅì, ìÄáÀðåÉú áÌÇéÄú ìÄäÀéåÉú ùÑÀîÄé ùÑÈí; åÀìÉà-áÈçÇøÀúÌÄé áÀàÄéùÑ, ìÄäÀéåÉú ðÈâÄéã òÇì-òÇîÌÄé éÄùÒÀøÈàÅì.
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5 Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.
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å åÈàÆáÀçÇø, áÌÄéøåÌùÑÈìÇÄí, ìÄäÀéåÉú ùÑÀîÄé, ùÑÈí; åÈàÆáÀçÇø áÌÀãÈåÄéã, ìÄäÀéåÉú òÇì-òÇîÌÄé éÄùÒÀøÈàÅì.
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6 Mas á Jerusalem he elegido para que en ella esté mi nombre, y á David he elegido para que fuese sobre mi pueblo Israel.
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æ åÇéÀäÄé, òÄí-ìÀáÇá ãÌÈåÄéã àÈáÄé, ìÄáÀðåÉú áÌÇéÄú, ìÀùÑÅí éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì.
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7 Y David mi padre tuvo en el corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
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ç åÇéÌÉàîÆø éÀäåÈä, àÆì-ãÌÈåÄéã àÈáÄé, éÇòÇï àÂùÑÆø äÈéÈä òÄí-ìÀáÈáÀêÈ, ìÄáÀðåÉú áÌÇéÄú ìÄùÑÀîÄé--äÁèÄéáåÉúÈ, ëÌÄé äÈéÈä òÄí-ìÀáÈáÆêÈ.
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8 Mas Jehová dijo á David mi padre: Respecto á haber tenido en tu corazón edificar casa á mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón.
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è øÇ÷ àÇúÌÈä, ìÉà úÄáÀðÆä äÇáÌÈéÄú: ëÌÄé áÄðÀêÈ äÇéÌåÉöÅà îÅçÂìÈöÆéêÈ, äåÌà-éÄáÀðÆä äÇáÌÇéÄú ìÄùÑÀîÄé.
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9 Empero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa á mi nombre.
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é åÇéÌÈ÷Æí éÀäåÈä, àÆú-ãÌÀáÈøåÉ àÂùÑÆø ãÌÄáÌÅø; åÈàÈ÷åÌí úÌÇçÇú ãÌÈåÄéã àÈáÄé åÈàÅùÑÅá òÇì-ëÌÄñÌÅà éÄùÒÀøÈàÅì, ëÌÇàÂùÑÆø ãÌÄáÌÆø éÀäåÈä, åÈàÆáÀðÆä äÇáÌÇéÄú, ìÀùÑÅí éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì.
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10 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho, pues levantéme yo en lugar de David mi padre, y heme sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
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éà åÈàÈùÒÄéí ùÑÈí àÆú-äÈàÈøåÉï, àÂùÑÆø-ùÑÈí áÌÀøÄéú éÀäåÈä, àÂùÑÆø ëÌÈøÇú, òÄí-áÌÀðÅé éÄùÒÀøÈàÅì.
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11 Y en ella he puesto el arca, en la cual está el pacto de Jehová que concertó con los hijos de Israel.
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éá åÇéÌÇòÂîÉã, ìÄôÀðÅé îÄæÀáÌÇç éÀäåÈä, ðÆâÆã, ëÌÈì-÷ÀäÇì éÄùÒÀøÈàÅì; åÇéÌÄôÀøÉùÒ, ëÌÇôÌÈéå.
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12 Púsose luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos.
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éâ ëÌÄé-òÈùÒÈä ùÑÀìÉîÉä ëÌÄéÌåÉø ðÀçÉùÑÆú, åÇéÌÄúÌÀðÅäåÌ áÌÀúåÉêÀ äÈòÂæÈøÈä--çÈîÅùÑ àÇîÌåÉú àÈøÀëÌåÉ åÀçÈîÅùÑ àÇîÌåÉú øÈçÀáÌåÉ, åÀàÇîÌåÉú ùÑÈìåÉùÑ ÷åÉîÈúåÉ; åÇéÌÇòÂîÉã òÈìÈéå, åÇéÌÄáÀøÇêÀ òÇì-áÌÄøÀëÌÈéå ðÆâÆã ëÌÈì-÷ÀäÇì éÄùÒÀøÈàÅì, åÇéÌÄôÀøÉùÒ ëÌÇôÌÈéå, äÇùÌÑÈîÈéÀîÈä. {ô}
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13 Porque Salomón había hecho un púlpito de metal, de cinco codos de largo, y de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio: y púsose sobre él, é hincóse de rodillas delante de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, dijo:
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éã åÇéÌÉàîÇø, {ô}
éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì àÅéï-ëÌÈîåÉêÈ àÁìÉäÄéí--áÌÇùÌÑÈîÇéÄí, åÌáÈàÈøÆõ: ùÑÉîÅø äÇáÌÀøÄéú, åÀäÇçÆñÆã, ìÇòÂáÈãÆéêÈ, äÇäÉìÀëÄéí ìÀôÈðÆéêÈ áÌÀëÈì-ìÄáÌÈí.
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14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante á ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia á tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;
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èå àÂùÑÆø ùÑÈîÇøÀúÌÈ, ìÀòÇáÀãÌÀêÈ ãÌÈåÄéã àÈáÄé, àÅú àÂùÑÆø-ãÌÄáÌÇøÀúÌÈ, ìåÉ; åÇúÌÀãÇáÌÅø áÌÀôÄéêÈ åÌáÀéÈãÀêÈ îÄìÌÅàúÈ, ëÌÇéÌåÉí äÇæÌÆä.
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15 Que has guardado á tu siervo David mi padre lo que le dijiste: tú lo dijiste de tu boca, mas con tu mano lo has cumplido, como parece este día.
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èæ åÀòÇúÌÈä éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì, ùÑÀîÉø ìÀòÇáÀãÌÀêÈ ãÈåÄéã àÈáÄé àÅú àÂùÑÆø ãÌÄáÌÇøÀúÌÈ ìÌåÉ ìÅàîÉø, ìÉà-éÄëÌÈøÅú ìÀêÈ àÄéùÑ îÄìÌÀôÈðÇé, éåÉùÑÅá òÇì-ëÌÄñÌÅà éÄùÒÀøÈàÅì: øÇ÷ àÄí-éÄùÑÀîÀøåÌ áÈðÆéêÈ àÆú-ãÌÇøÀëÌÈí, ìÈìÆëÆú áÌÀúåÉøÈúÄé, ëÌÇàÂùÑÆø äÈìÇëÀúÌÈ, ìÀôÈðÈé.
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16 Ahora pues, Jehová Dios de Israel, guarda á tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, á condición que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú delante de mí has andado.
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éæ åÀòÇúÌÈä, éÀäåÈä àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì: éÅàÈîÅï, ãÌÀáÈøÀêÈ, àÂùÑÆø ãÌÄáÌÇøÀúÌÈ, ìÀòÇáÀãÌÀêÈ ìÀãÈåÄéã.
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17 Ahora pues, oh Jehová Dios de Israel, verifíquese tu palabra que dijiste á tu siervo David.
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éç ëÌÄé, äÇàËîÀðÈí, éÅùÑÅá àÁìÉäÄéí àÆú-äÈàÈãÈí, òÇì-äÈàÈøÆõ: äÄðÌÅä ùÑÈîÇéÄí åÌùÑÀîÅé äÇùÌÑÈîÇéÄí, ìÉà éÀëÇìÀëÌÀìåÌêÈ--àÇó, ëÌÄé-äÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä àÂùÑÆø áÌÈðÄéúÄé.
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18 Mas ¿es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?
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éè åÌôÈðÄéúÈ àÆì-úÌÀôÄìÌÇú òÇáÀãÌÀêÈ, åÀàÆì-úÌÀçÄðÌÈúåÉ--éÀäåÈä àÁìÉäÈé: ìÄùÑÀîÉòÇ àÆì-äÈøÄðÌÈä åÀàÆì-äÇúÌÀôÄìÌÈä, àÂùÑÆø òÇáÀãÌÀêÈ îÄúÀôÌÇìÌÅì ìÀôÈðÆéêÈ.
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19 Mas tú mirarás á la oración de tu siervo, y á su ruego, oh Jehová Dios mío, para oir el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.
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ë ìÄäÀéåÉú òÅéðÆéêÈ ôÀúËçåÉú àÆì-äÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä, éåÉîÈí åÈìÇéÀìÈä--àÆì-äÇîÌÈ÷åÉí, àÂùÑÆø àÈîÇøÀúÌÈ ìÈùÒåÌí ùÑÄîÀêÈ ùÑÈí: ìÄùÑÀîåÉòÇ, àÆì-äÇúÌÀôÄìÌÈä, àÂùÑÆø éÄúÀôÌÇìÌÅì òÇáÀãÌÀêÈ, àÆì-äÇîÌÈ÷åÉí äÇæÌÆä.
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20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.
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ëà åÀùÑÈîÇòÀúÌÈ àÆì-úÌÇçÂðåÌðÅé òÇáÀãÌÀêÈ, åÀòÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì, àÂùÑÆø éÄúÀôÌÇìÀìåÌ, àÆì-äÇîÌÈ÷åÉí äÇæÌÆä; åÀàÇúÌÈä úÌÄùÑÀîÇò îÄîÌÀ÷åÉí ùÑÄáÀúÌÀêÈ, îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí--åÀùÑÈîÇòÀúÌÈ, åÀñÈìÈçÀúÌÈ.
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21 Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada: que oigas y perdones.
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ëá àÄí-éÆçÁèÈà àÄéùÑ ìÀøÅòÅäåÌ, åÀðÈùÑÈà-áåÉ àÈìÈä ìÀäÇàÂìÉúåÉ; åÌáÈà, àÈìÈä ìÄôÀðÅé îÄæÀáÌÇçÂêÈ--áÌÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä.
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22 Si alguno pecare contra su prójimo, y él le pidiere juramento haciéndole jurar, y el juramento viniere delante de tu altar en esta casa,
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ëâ åÀàÇúÌÈä úÌÄùÑÀîÇò îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí, åÀòÈùÒÄéúÈ åÀùÑÈôÇèÀúÌÈ àÆú-òÂáÈãÆéêÈ, ìÀäÈùÑÄéá ìÀøÈùÑÈò, ìÈúÅú ãÌÇøÀëÌåÉ áÌÀøÉàùÑåÉ; åÌìÀäÇöÀãÌÄé÷ öÇãÌÄé÷, ìÈúÆú ìåÉ ëÌÀöÄãÀ÷ÈúåÉ. {ñ}
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23 Tú oirás desde los cielos, y obrarás, y juzgarás á tus siervos, dando la paga al impío, tornándole su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo en darle conforme á su justicia.
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ëã åÀàÄí-éÄðÌÈâÅó òÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì, ìÄôÀðÅé àåÉéÅá--ëÌÄé éÆçÆèÀàåÌ-ìÈêÀ; åÀùÑÈáåÌ åÀäåÉãåÌ àÆú-ùÑÀîÆêÈ, åÀäÄúÀôÌÇìÀìåÌ åÀäÄúÀçÇðÌÀðåÌ ìÀôÈðÆéêÈ áÌÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä.
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24 Si tu pueblo Israel cayere delante de los enemigos, por haber prevaricado contra ti, y se convirtieren, y confesaren tu nombre, y rogaren delante de ti en esta casa,
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ëä åÀàÇúÌÈä, úÌÄùÑÀîÇò îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí, åÀñÈìÇçÀúÌÈ, ìÀçÇèÌÇàú òÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì; åÇäÂùÑÅéáåÉúÈí, àÆì-äÈàÂãÈîÈä, àÂùÑÆø-ðÈúÇúÌÈä ìÈäÆí, åÀìÇàÂáÉúÅéäÆí. {ô}
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25 Tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás á la tierra que diste á ellos y á sus padres.
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ëå áÌÀäÅòÈöÅø äÇùÌÑÈîÇéÄí åÀìÉà-éÄäÀéÆä îÈèÈø, ëÌÄé éÆçÆèÀàåÌ-ìÈêÀ; åÀäÄúÀôÌÇìÀìåÌ àÆì-äÇîÌÈ÷åÉí äÇæÌÆä, åÀäåÉãåÌ àÆú-ùÑÀîÆêÈ--îÅçÇèÌÈàúÈí éÀùÑåÌáåÌï, ëÌÄé úÇòÂðÅí.
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26 Si los cielos se cerraren, que no haya lluvias por haber pecado contra ti, si oraren á ti en este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres,
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ëæ åÀàÇúÌÈä úÌÄùÑÀîÇò äÇùÌÑÈîÇéÄí, åÀñÈìÇçÀúÌÈ ìÀçÇèÌÇàú òÂáÈãÆéêÈ åÀòÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì--ëÌÄé úåÉøÅí àÆì-äÇãÌÆøÆêÀ äÇèÌåÉáÈä, àÂùÑÆø éÅìÀëåÌ-áÈäÌ; åÀðÈúÇúÌÈä îÈèÈø òÇì-àÇøÀöÀêÈ, àÂùÑÆø-ðÈúÇúÌÈä ìÀòÇîÌÀêÈ ìÀðÇçÂìÈä. {ñ}
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27 Tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad á tu pueblo.
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ëç øÈòÈá ëÌÄé-éÄäÀéÆä áÈàÈøÆõ, ãÌÆáÆø ëÌÄé-éÄäÀéÆä ùÑÄãÌÈôåÉï åÀéÅøÈ÷åÉï àÇøÀáÌÆä åÀçÈñÄéì ëÌÄé éÄäÀéÆä, ëÌÄé éÈöÇø-ìåÉ àÉéÀáÈéå, áÌÀàÆøÆõ ùÑÀòÈøÈéå: ëÌÈì-ðÆâÇò, åÀëÈì-îÇçÂìÈä.
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28 Y si hubiere hambre en la tierra, ó si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo ó añublo, langosta ó pulgón; ó si los cercaren sus enemigos en la tierra de su domicilio; cualquiera plaga ó enfermedad que sea;
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ëè ëÌÈì-úÌÀôÄìÌÈä ëÈì-úÌÀçÄðÌÈä, àÂùÑÆø éÄäÀéÆä ìÀëÈì-äÈàÈãÈí, åÌìÀëÉì, òÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì--àÂùÑÆø éÅãÀòåÌ, àÄéùÑ ðÄâÀòåÉ åÌîÇëÀàÉáåÉ, åÌôÈøÇùÒ ëÌÇôÌÈéå, àÆì-äÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä.
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29 Toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, ó todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos á esta casa,
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ì åÀàÇúÌÈä úÌÄùÑÀîÇò îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí îÀëåÉï ùÑÄáÀúÌÆêÈ, åÀñÈìÇçÀúÌÈ, åÀðÈúÇúÌÈä ìÈàÄéùÑ ëÌÀëÈì-ãÌÀøÈëÈéå, àÂùÑÆø úÌÅãÇò àÆú-ìÀáÈáåÉ: ëÌÄé àÇúÌÈä ìÀáÇãÌÀêÈ éÈãÇòÀúÌÈ, àÆú-ìÀáÇá áÌÀðÅé äÈàÈãÈí.
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30 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu habitación, y perdonarás, y darás á cada uno conforme á sus caminos, habiendo conocido su corazón; (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres;)
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ìà ìÀîÇòÇï éÄéøÈàåÌêÈ, ìÈìÆëÆú áÌÄãÀøÈëÆéêÈ, ëÌÈì-äÇéÌÈîÄéí, àÂùÑÆø-äÅí çÇéÌÄéí òÇì-ôÌÀðÅé äÈàÂãÈîÈä--àÂùÑÆø ðÈúÇúÌÈä, ìÇàÂáÉúÅéðåÌ. {ñ}
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31 Para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la haz de la tierra que tú diste á nuestros padres.
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ìá åÀâÇí àÆì-äÇðÌÈëÀøÄé, àÂùÑÆø ìÉà îÅòÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì äåÌà, åÌáÈà îÅàÆøÆõ øÀçåÉ÷Èä ìÀîÇòÇï ùÑÄîÀêÈ äÇâÌÈãåÉì åÀéÈãÀêÈ äÇçÂæÈ÷Èä, åÌæÀøåÉòÂêÈ äÇðÌÀèåÌéÈä; åÌáÈàåÌ åÀäÄúÀôÌÇìÀìåÌ, àÆì-äÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä.
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32 Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras á causa de tu grande nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido, si vinieren, y oraren en esta casa,
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ìâ åÀàÇúÌÈä úÌÄùÑÀîÇò îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí, îÄîÌÀëåÉï ùÑÄáÀúÌÆêÈ, åÀòÈùÒÄéúÈ, ëÌÀëÉì àÂùÑÆø-éÄ÷ÀøÈà àÅìÆéêÈ äÇðÌÈëÀøÄé: ìÀîÇòÇï éÅãÀòåÌ ëÈì-òÇîÌÅé äÈàÈøÆõ àÆú-ùÑÀîÆêÈ, åÌìÀéÄøÀàÈä àÉúÀêÈ ëÌÀòÇîÌÀêÈ éÄùÒÀøÈàÅì, åÀìÈãÇòÇú, ëÌÄé-ùÑÄîÀêÈ ðÄ÷ÀøÈà òÇì-äÇáÌÇéÄú äÇæÌÆä àÂùÑÆø áÌÈðÄéúÄé.
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33 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme á todas las cosas por las cuales hubiere clamado á ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado yo.
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ìã ëÌÄé-éÅöÅà òÇîÌÀêÈ ìÇîÌÄìÀçÈîÈä òÇì-àÉéÀáÈéå, áÌÇãÌÆøÆêÀ àÂùÑÆø úÌÄùÑÀìÈçÅí; åÀäÄúÀôÌÇìÀìåÌ àÅìÆéêÈ, ãÌÆøÆêÀ äÈòÄéø äÇæÌÉàú àÂùÑÆø áÌÈçÇøÀúÌÈ áÌÈäÌ, åÀäÇáÌÇéÄú, àÂùÑÆø-áÌÈðÄéúÄé ìÄùÑÀîÆêÈ.
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34 Si tu pueblo saliere á la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren á ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado á tu nombre,
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ìä åÀùÑÈîÇòÀúÌÈ, îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí, àÆú-úÌÀôÄìÌÈúÈí, åÀàÆú-úÌÀçÄðÌÈúÈí; åÀòÈùÒÄéúÈ, îÄùÑÀôÌÈèÈí.
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35 Tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su derecho.
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ìå ëÌÄé éÆçÆèÀàåÌ-ìÈêÀ, ëÌÄé àÅéï àÈãÈí àÂùÑÆø ìÉà-éÆçÁèÈà, åÀàÈðÇôÀúÌÈ áÈí, åÌðÀúÇúÌÈí ìÄôÀðÅé àåÉéÅá; åÀùÑÈáåÌí ùÑåÉáÅéäÆí àÆì-àÆøÆõ øÀçåÉ÷Èä, àåÉ ÷ÀøåÉáÈä.
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36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos á tierra de enemigos, lejos ó cerca,
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ìæ åÀäÅùÑÄéáåÌ, àÆì-ìÀáÈáÈí, áÌÈàÈøÆõ, àÂùÑÆø ðÄùÑÀáÌåÌ-ùÑÈí; åÀùÑÈáåÌ åÀäÄúÀçÇðÌÀðåÌ àÅìÆéêÈ, áÌÀàÆøÆõ ùÑÄáÀéÈí ìÅàîÉø, çÈèÈàðåÌ äÆòÁåÄéðåÌ, åÀøÈùÑÈòÀðåÌ.
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37 Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren á ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos obrado;
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ìç åÀùÑÈáåÌ àÅìÆéêÈ, áÌÀëÈì-ìÄáÌÈí åÌáÀëÈì-ðÇôÀùÑÈí, áÌÀàÆøÆõ ùÑÄáÀéÈí, àÂùÑÆø-ùÑÈáåÌ àÉúÈí; åÀäÄúÀôÌÇìÀìåÌ, ãÌÆøÆêÀ àÇøÀöÈí àÂùÑÆø ðÈúÇúÌÈä ìÇàÂáåÉúÈí, åÀäÈòÄéø àÂùÑÆø áÌÈçÇøÀúÌÈ, åÀìÇáÌÇéÄú àÂùÑÆø-áÌÈðÄéúÄé ìÄùÑÀîÆêÈ.
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38 Si se convirtieren á ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra que tú diste á sus padres, hacia la ciudad que tu elegiste, y hacia la casa que he edificado á tu nombre;
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ìè åÀùÑÈîÇòÀúÌÈ îÄï-äÇùÌÑÈîÇéÄí îÄîÌÀëåÉï ùÑÄáÀúÌÀêÈ, àÆú-úÌÀôÄìÌÈúÈí åÀàÆú-úÌÀçÄðÌÉúÅéäÆí, åÀòÈùÒÄéúÈ, îÄùÑÀôÌÈèÈí; åÀñÈìÇçÀúÌÈ ìÀòÇîÌÀêÈ, àÂùÑÆø çÈèÀàåÌ-ìÈêÀ.
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39 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás á tu pueblo que pecó contra ti.
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î òÇúÌÈä àÁìÉäÇé, éÄäÀéåÌ-ðÈà òÅéðÆéêÈ ôÌÀúËçåÉú, åÀàÈæÀðÆéêÈ, ÷ÇùÌÑËáåÉú--ìÄúÀôÄìÌÇú, äÇîÌÈ÷åÉí äÇæÌÆä. {ñ}
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40 Ahora pues, oh Dios mío, ruégote estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos á la oración en este lugar.
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îà åÀòÇúÌÈä, ÷åÌîÈä éÀäåÈä àÁìÉäÄéí ìÀðåÌçÆêÈ--àÇúÌÈä, åÇàÂøåÉï òËæÌÆêÈ; ëÌÉäÂðÆéêÈ éÀäåÈä àÁìÉäÄéí, éÄìÀáÌÀùÑåÌ úÀùÑåÌòÈä, åÇçÂñÄéãÆéêÈ, éÄùÒÀîÀçåÌ áÇèÌåÉá.
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41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu fortaleza; sean, oh Jehová Dios, vestidos de salud tus sacerdotes, y gocen de bien tus santos.
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îá éÀäåÈä àÁìÉäÄéí, àÇì-úÌÈùÑÅá ôÌÀðÅé îÀùÑÄéçÆêÈ: æÈëÀøÈä, ìÀçÇñÀãÅé ãÌÈåÄéã òÇáÀãÌÆêÈ. {ô}
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42 Jehová Dios, no hagas volver el rostro de tu ungido: acuérdate de las misericordias de David tu siervo.
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