éÅùÑ áÌÄëÀìÈìÈï çÈîÅùÑ îÄöÀååÉú òÂùÒÅä; åÀæÆä äåÌà ôÌÀøÈèÈï: (à) ìÄäÀéåÉú úÌÀôÄìÌÄéï òÇì äÈøÉàùÑ; (á) ìÀ÷ÈùÑÀøÈí òÇì äÇéÌÈã; (â) ìÄ÷ÀáÌÉòÇ îÀæåÌæÈä áÌÀôÄúÀçÅé äÇùÌÑÀòÈøÄéí; (ã) ìÄëÀúÌÉá ëÌÈì àÄéùÑ ñÅôÆø úÌåÉøÈä ìÀòÇöÀîåÉ; (ä) ìÄëÀúÌÉá äÇîÌÆìÆêÀ ñÅôÆø ùÑÅðÄé ìÀòÇöÀîåÉ ëÌÀãÅé ùÑÆéÌÄäÀéÆä ìåÉ ùÑÀðÅé ñÄôÀøÅé úÌåÉøÈä.
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Incluyen cinco preceptos
positivos, a saber: (1)
que los tefilín estén en la cabeza; (2)
atarlos al brazo; (3)
fijar una mezuzá en las entradas; (4)
que cada varón escriba un Sefer Torá para sí mismo; (5)
que el rey escriba un segundo Sefer Torá para sí mismo para que tenga dos Sifré
Torá.
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