éÅùÑ áÌÄëÀìÈìÈï çÈîÅùÑ îÄöÀååÉú ìÉà úÇòÂùÒÆä; åÀæÆä äåÌà ôÌÀøÈèÈï: (à) ùÑÆìÌÉà ìÄæÀøÉòÇ æÀøÈòÄéí ëÌÄìÀàÇéÄí; (á) ùÑÆìÌÉà ìÄæÀøÉòÇ úÌÀáåÌàÈä àåÉ éÈøÈ÷ áÌÇëÌÆøÆí; (â) ùÑÆìÌÉà ìÀäÇøÀáÌÄéòÇ áÌÀäÅîÈä ëÌÄìÀàÇéÄí; (ã) ùÑÆìÌÉà ìÇòÂùÒåÉú îÀìÈàëÈä áÌÀëÄìÀàÅé áÌÀäÅîÈä ëÌÀàÆçÈã; (ä) ùÑÆìÌÉà ìÄìÀáÌÉùÑ ëÌÄìÀàÇéÄí.
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Incluyen cinco preceptos negativos, a saber: (1)
no sembrar semillas diferentes juntas; (2)
no sembrar ni cereales ni vegetales en el viñedo; (3)
no aparear animales diferentes; (4)
que uno no trabaje con dos especies de animales a la vez; (5)
no ponerse prendas de mezcla de lana y lino.
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