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äÄìÀëÌåÉú úÌÇìÀîåÌã úÌåÉøÈä Las Leyes del Estudio de la Torá

ôÌÅøÆ÷ á Capítulo Dos

à îåÉùÑÄéáÄéï îÀìÇîÌÀãÅé úÌÄéðåÉ÷åÉú áÌÀëÈì îÀãÄéðÈä åÌîÀãÄéðÈä, åÌáÀëÈì ôÌÆìÆêÀ åÌôÆìÆêÀ. åÀëÈì òÄéø ùÑÀàÅéï áÌÈäÌ úÌÄéðåÉ÷åÉú ùÑÆìÌÀáÅéú øÄáÌÈï--îÇçÀøÄéîÄéï àÆú àÇðÀùÑÅé äÈòÄéø, òÇã ùÑÆîÌåÉùÑÄéáÄéï îÀìÇîÌÅã úÌÄéðåÉ÷åÉú; åÀàÄí ìÉà äåÉùÑÄéáåÌ, îÇçÀøÄéáÄéï àÆú äÈòÄéø: ùÑÀàÅéï äÈòåÉìÈí îÄúÀ÷ÇéÌÅí, àÅìÈà áÌÀäÆáÆì ôÌÄéäÆí ùÑÆìÌÀúÄéðåÉ÷åÉú ùÑÆìÌÀáÅéú øÄáÌÈï. 1 Han de asignarse maestros de niños en toda ciudad y toda provincia. De no haber en una ciudad niños siendo instruidos, se le declara “herem” hasta que asignen a un maestro de niños. De no hacerlo se la destruye ya que el mundo no se mantiene sino debido al hálito de los niños que son instruidos.
á îÇëÀðÄéñÄéï àÆú äÇúÌÄéðåÉ÷åÉú ìÀäÄúÀìÇîÌÇã ëÌÀáÆï ùÑÅùÑ ëÌÀáÆï ùÑÆáÇò, ìÀôÄé ëÌåÉçÇ äÇáÌÅï åÌáÄðÀéÇï âÌåÌôåÉ; åÌôÈçåÌú îÄáÌÆï ùÑÅùÑ, àÅéï îÇëÀðÄéñÄéï àåÉúåÉ. åÌîÇëÌÆä àåÉúÈï äÇîÌÀìÇîÌÅã, ìÀäÇèÌÄéì òÂìÅéäÆï àÅéîÈä. åÀàÅéðåÌ îÇëÌÆä àåÉúÈï îÇëÌÇú àåÉéÅá, îåÌñÇø àÇëÀæÈøÄé; ìÀôÄéëÌÈêÀ ìÉà éÇëÌÆä àåÉúÈï áÌÀùÑåÉèÄéí åÀìÉà áÌÀîÇ÷ÀìåÉú, àÅìÈà áÌÄøÀöåÌòÈä ÷ÀèÇðÌÈä. 2 Se lleva a los niños a estudiar a los seis o siete años, según la capacidad intelectual y complexión física del niño; siendo menor de seis no se le lleva. El instructor les pega para disciplinarles, no como se le golpea a un enemigo amonestándole cruelmente; por ende no les golpea ni con látigos ni con varas sino con un pequeño cinto.
â åÀéåÉùÑÅá åÌîÀìÇîÌÀãÈï ëÌÈì äÇéÌåÉí ëÌËìÌåÉ, åÌîÄ÷ÀöÈú îÄï äÇìÌÇéÀìÈä--ëÌÀãÅé ìÀçÇðÌÀëÈï ìÄìÀîÉã áÌÇéÌåÉí, åÌáÇìÌÇéÀìÈä. åÀìÉà éÄáÌÈèÀìåÌ äÇúÌÄéðåÉ÷åÉú ëÌÀìÈì, çåÌõ îÅòÇøÀáÅé ùÑÇáÌÈúåÉú åÀòÇøÀáÅé éÈîÄéí èåÉáÄéí áÌÀñåÉó äÇéÌåÉí, åÌáÀéÈîÄéí èåÉáÄéí; àÂáÈì áÌÇùÌÑÇáÌÈú, àÅéï ÷åÉøÄéï ìÀëÇúÌÀçÄìÌÈä, àÂáÈì ùÑåÉðÄéï ìÈøÄàùÑåÉï. åÀàÅéï îÀáÇèÌÀìÄéï äÇúÌÄéðåÉ÷åÉú, åÀàÇôÄìÌåÌ ìÀáÄðÀéÇï áÌÅéú äÇîÌÄ÷ÀãÌÈùÑ. 3 Ha de enseñarles todo el día y parte de la noche para inculcarles el estudio diurno y nocturno. No han de interrumpir de ningún modo su estudio salvo las vísperas de Shabat y Festividades al finalizar el día, así como en las Festividades, pero en Shabat no inician un tema sino repasan lo estudiado. No han de abandonar los niños su estudio ni siquiera para construir el Bet Miqdash.
ã [â] îÀìÇîÌÅã úÌÄéðåÉ÷åÉú ùÑÀäåÌà îÇðÌÄéçÇ àÆú äÇúÌÄéðåÉ÷åÉú åÀéåÉöÆà, àåÉ ùÑÀäåÌà òåÉùÒÆä îÀìÈàëÈä àÇçÆøÆú òÄîÌÈäÆï, àåÉ ùÑÀäåÌà îÄúÀøÇùÌÑÅì áÌÀúÇìÀîåÌãÈï--äÂøÅé äåÌà áÌÄëÀìÇì "àÈøåÌø, òÉùÒÆä îÀìÆàëÆú ä'--øÀîÄéÌÈä" (éøîéäå îç,é). ìÀôÄéëÌÈêÀ àÅéï øÈàåÌé ìÀäåÉùÑÄéá îÀìÇîÌÅã àÅìÈà áÌÇòÇì éÄøÀàÈä, îÈäÄéø ìÄ÷ÀøåÉú åÌìÀãÇ÷ÀãÌÇ÷. [ã] åÌîÄé ùÑÀàÅéï ìåÉ àÄùÌÑÈä--ìÉà éÀìÇîÌÇã úÌÄéðåÉ÷åÉú, îÄôÌÀðÅé àÄîÌåÉúÅéäÆï ùÑÀäÆï áÌÈàÄéï àÅöÆì áÌÀðÅéäÆï; åÀëÅï äÈàÄùÌÑÈä--ìÉà úÀìÇîÌÇã úÌÄéðåÉ÷åÉú, îÄôÌÀðÅé àÂáåÉúÅéäÆï ùÑÀäÆï áÌÈàÄéï àÅöÆì äÇáÌÈðÄéí. 4 A un instructor de niños que les deja y sale, o que les utiliza para otra tarea o que descuida sus estudios, se le tilda de "Maldito sea quien convierte a la tarea del Señor en un engaño" (Jr. 48:10). Por lo tanto no es adecuado asignarle tal tarea sino a alguien temeroso, hábil lector y gramático. Un soltero no les enseñará a los niños debido a las madres que van a visitar a sus hijos; asimismo no les enseñará una mujer debido a los padres que van a visitar a sus hijos.
ä òÆùÒÀøÄéí åÇçÂîÄùÌÑÈä úÌÄéðåÉ÷åÉú, ìÀîÅãÄéí àÅöÆì îÀìÇîÌÅã àÆçÈã. äÈéåÌ éÈúÅø òÇì çÂîÄùÌÑÈä åÀòÆùÒÀøÄéí--òÇã àÇøÀáÌÈòÄéí, îåÉùÑÄéáÄéï òÄîÌåÉ àÇçÅø ìÀñÇéÌÀòåÉ áÌÀìÄîÌåÌãÈï; äÈéåÌ éÈúÅø òÇì àÇøÀáÌÈòÄéí, îÇòÀîÄéãÄéï ìÈäÆí ùÑÀðÅé îÀìÇîÌÀãÅé úÌÄéðåÉ÷åÉú. 5 Un instructor les enseña a veinticinco niños. De haber más de veinticinco, hasta cuarenta, se le asigna alguien que le ayude en sus estudios; de ser más de cuarenta se les asignan dos instructores de niños.
å îåÉìÄéëÄéï àÆú äÇ÷ÌÈèÈï îÄîÌÀìÇîÌÅã ìÄîÀìÇîÌÅã àÇçÅø ùÑÀäåÌà îÈäÄéø îÄîÌÆðÌåÌ, áÌÅéï áÌÀîÄ÷ÀøÈà áÌÅéï áÌÀãÄ÷ÀãÌåÌ÷. áÌÇîÌÆä ãÌÀáÈøÄéí àÂîåÌøÄéí, áÌÀùÑÆäÈéåÌ ùÑÀðÅéäÆï áÌÀòÄéø àÇçÇú, åÀìÉà äÈéÈä äÇðÌÈäÈø îÇôÀñÄé÷ áÌÅéðÅéäÆï; àÂáÈì îÅòÄéø ìÀòÄéø, àåÉ îÄöÌÇã ðÈäÈø ìÀöÄãÌåÉ àÇôÄìÌåÌ áÌÀàåÉúÈäÌ äÈòÄéø--àÅéï îåÉìÄéëÄéï àÆú äÇ÷ÌÈèÈï, àÅìÈà àÄí ëÌÅï äÈéÈä áÌÄðÀéÈï áÌÈøÄéà òÇì âÌÇáÌÅé äÇðÌÈäÈø, áÌÄðÀéÈï ùÑÀàÅéðåÌ øÈàåÌé ìÄôÌÉì áÌÄîÀäÅøÈä. 6 Se le cambia a un niño su instructor por otro más hábil tanto en la Escritura como en la gramática. ¿a condición de qué? de que se hallen los dos en la misma ciudad, no habiendo un río que les separe. Pero no ha de enviárse al pequeño de una ciudad a otra o de un lado a otro del río, incluso en la misma ciudad, a menos que haya una estructura fuerte sobre el río, una de las que no caen fácilmente.
æ àÆçÈã îÄáÌÀðÅé îÈáåÉé ùÑÆáÌÄ÷ÌÇùÑ ìÀäÅòÈùÒåÉú îÀìÇîÌÅã, àÇôÄìÌåÌ àÆçÈã îÄáÌÀðÅé äÆçÈöÅø--àÅéï éÀëåÌìÄéï ùÑÀëÅðÈéå ìÀîÇçåÉú áÌÀéÈãåÉ. åÀëÅï îÀìÇîÌÅã úÌÄéðåÉ÷åÉú ùÑÆáÌÈà çÂáÅøåÉ åÌôÈúÇç áÌÇéÄú ìÀìÇîÌÇã úÌÄéðåÉ÷åÉú áÌÀöÄãÌåÉ ëÌÀãÅé ùÑÆéÌÈáåÉàåÌ úÌÄéðåÉ÷åÉú àÂçÅøÄéí ìåÉ, àåÉ ëÌÀãÅé ùÑÆéÌÈáåÉàåÌ îÄúÌÄéðåÉ÷åÉú ùÑÆìÌÀæÆä àÅöÆì æÆä--àÅéðåÌ éÈëåÉì ìÀîÇçåÉú áÌÀéÈãåÉ, ùÑÆðÌÆàÁîÈø "ä' çÈôÅõ, ìÀîÇòÇï öÄãÀ÷åÉ; éÇâÀãÌÄéì úÌåÉøÈä, åÀéÇàÀãÌÄéø" (éùòéäå îá,ëà). 7 Si uno de los vecinos de un “mavói” quisiera convertirse en instructor, incluso si se tratase de uno de los vecinos de un patio, sus vecinos no pueden oponérsele. Asimismo un instructor de niños cuyo prójimo arriba y abre un local para enseñarle a otros niños a su lado, e incluso si lo hace para que vayan niños del uno al otro, no puede el primero oponérsele ya que está escrito: "El Señor desea, por su justicia, engrandecer la Torá y fortificarla" (Is. 42:21).

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