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äÄìÀëÌåÉú úÌÇìÀîåÌã úÌåÉøÈä Las Leyes del Estudio de la Torá

ôÌÅøÆ÷ å Capítulo Seis

à ëÌÈì úÌÇìÀîÄéã çÂëÈîÄéí--îÄöÀåÈä ìÀäÇãÌÀøåÉ, åÀàÇó òÇì ôÌÄé ùÑÀàÅéðåÌ øÄáÌåÉ: ùÑÆðÌÆàÁîÈø "îÄôÌÀðÅé ùÒÅéáÈä úÌÈ÷åÌí, åÀäÈãÇøÀúÌÈ ôÌÀðÅé æÈ÷Åï" (åé÷øà éè,ìá), æÆä ùÑÆ÷ÌÈðÈä çÈëÀîÈä. åÌîÅàÅéîÈúÇé çÇéÌÈáÄéï ìÇòÂîÉã îÄôÌÀðÅé äÆçÈëÈí--îÄùÌÑÆéÌÄ÷ÀøÇá îÄîÌÆðÌåÌ áÌÀàÇøÀáÌÇò àÇîÌåÉú, òÇã ùÑÆéÌÇòÂáÉø îÄëÌÀðÆâÆã ôÌÈðÈéå. 1 Es un Precepto reverenciar a todo talmid Jakhamim a pesar de que no sea su Rav, como está escrito: "Ante la vejez te levantarás y honrarás al anciano" (Lv. 19:32) es quien adquirió sabiduría. ¿En qué momento debemos pararnos ante un Sabio? desde que se halle a cuatro codos hasta que pase por delante de uno.
á àÅéï òåÉîÀãÄéï îÄôÌÈðÈéå ìÉà áÌÀáÅéú äÇîÌÇøÀçÅõ, åÀìÉà áÌÀáÅéú äÇëÌÄñÌÅà--ùÑÆðÌÆàÁîÈø "úÌÈ÷åÌí, åÀäÈãÇøÀúÌÈ" (åé÷øà éè,ìá), ÷ÄéîÈä ùÑÆéÌÅùÑ áÌÈäÌ äÄãÌåÌø. åÀàÅéï áÌÇòÂìÅé àËîÌÈðÄéÌåÉú çÇéÌÈáÄéï ìÇòÂîÉã îÄôÌÀðÅé úÌÇìÀîÄéãÅé çÂëÈîÄéí, áÌÀùÑÈòÈä ùÑÆòåÉñÀ÷Äéï áÌÄîÀìÇàëÀúÌÈï: ùÑÆðÌÆàÁîÈø "úÌÈ÷åÌí, åÀäÈãÇøÀúÌÈ"--îÇä äÄãÌåÌø ùÑÀàÅéï áÌåÉ çÆñÀøåÉï ëÌÄéñ, àÇó ÷ÄéîÈä ùÑÀàÅéï áÌÈäÌ çÆñÀøåÉï ëÌÄéñ. 2 No ha de levantarse uno delante de él ni en un baño ni en un retrete ya que está escrito: "te levantarás y honrarás " (Lv. 19:32), una honra reverencial. Los trabajadores no deben pararse ante los Talmidé Jakhamim mientras estén realizando sus tareas ya que está escrito: "te levantarás y honrarás". Así como el reverenciar no conlleva pérdida pecuniaria tampoco la honra ha de conllevarla.
â åÌîÀðÇéÄï ùÑÆìÌÉà éÇòÂöÄéí òÅéðÈéå îÄï äÆçÈëÈí, ëÌÀãÅé ùÑÆìÌÉà éÄøÀàÅäåÌ òÇã ùÑÆìÌÉà éÇòÂîÉã îÄôÌÈðÈéå: úÌÄìÀîÉã ìåÉîÇø "åÀéÈøÅàúÈ îÌÅàÁìÉäÆéêÈ" (åé÷øà éè,ìá)--äÇà ëÌÈì ãÌÈáÈø ùÑÀäåÌà îÈñåÌø ìÇìÌÅá, ðÆàÁîÈø áÌåÉ "åÀéÈøÅàúÈ îÌÅàÁìÉäÆéêÈ" (ùí; åâí åé÷øà éè,éã; åé÷øà ëä,éæ; åé÷øà ëä,ìå; åé÷øà ëä,îâ). 3 Uno no ha de desentenderse del Jakham para no verle y no pararse ante él, ¿de dónde lo aprendemos? aprende a decir “temerás a tu Dios” (Lv. 19:32). Respecto de todo lo concerniente al corazón está escrito: "temerás a tu Dios" (Allí y además en Lv. 19:14; Lv. 25:17; Lv. 25:36; Lv. 25:43).
ã [â] àÅéï øÈàåÌé ìÆçÈëÈí ùÑÆéÌÇèÀøÄéçÇ òÇì äÈòÈí, åÄéëÇåÌÇï òÇöÀîåÉ ìÈäÆï ëÌÀãÅé ùÑÆéÌÇòÇîÀãåÌ îÄôÌÈðÈéå, àÅìÈà éÅìÅêÀ áÌÀãÆøÆêÀ ÷ÀöÈøÈä åÌîÄúÀëÌÇåÌÅï ùÑÆìÌÉà éÄøÀàÆä àåÉúåÉ àÆçÈã, ëÌÀãÅé ùÑÆìÌÉà éÇèÀøÄéçåÉ ìÇòÂîÉã. åÀäÇçÂëÈîÄéí äÈéåÌ îÇ÷ÌÄéôÄéï, åÀäåÉìÀëÄéï áÌÇãÌÆøÆêÀ äÇçÄéöåÉðÈä ùÑÀàÅéï îÇëÌÄéøÅéäÆï îÀöåÌéÄéï ùÑÈí, ëÌÀãÅé ùÑÆìÌÉà éÇèÀøÄéçåÌ. 4 No es correcto que un Jakham incordie al pueblo dirigiéndose hacia él para que deba pararse ante él sino irá por un atajo con la intención de que nadie le vea para que nadie deba ponérsele de pie. Los Sabios rodeaban, yendo por un camino exterior donde no se hallaban con conocidos para no incomodarles.
ä [ã] øåÉëÅá, äÂøÅé äåÌà ëÌÄîÀäÇìÌÅêÀ, åÌëÀùÑÅí ùÑÆòåÉîÀãÄéï îÄôÌÀðÅé äÇîÌÀäÇìÌÅêÀ, ëÌÈêÀ òåÉîÀãÄéï îÄôÌÀðÅé äÈøåÉëÅá. [ä] ùÑÀìåÉùÑÈä ùÑÆäÈéåÌ îÀäÇìÌÀëÄéï áÌÇãÌÆøÆêÀ--äÈøÈá áÌÈàÆîÀöÈò, âÌÈãåÉì îÄéîÄéðåÉ, åÀ÷ÈèÈï îÄùÌÒÀîÉàìåÉ. 5 Quien cabalga es como quien anda, por ende así como nos paramos ante quien anda también lo hacemos ante quien cabalga. De estar andando tres, el Rabino estará en el medio, el mayor a su derecha y el menor a su izquierda.
å äÈøåÉàÆä çÈëÈí--àÅéðåÌ òåÉîÅã îÄìÌÀôÈðÈéå, òÇã ùÑÆéÌÇâÌÄéòÇ ìåÉ ìÀàÇøÀáÌÇò àÇîÌåÉú; åÀëÅéåÈï ùÑÆòÈáÇø, éÅùÑÅá. øÈàÈä àÈá áÌÅéú ãÌÄéï, òåÉîÅã îÄìÌÀôÈðÈéå îÄùÌÑÆéÌÄøÀàÆðÌåÌ îÅøÈçåÉ÷ îÀìåÉà òÅéðÈéå; åÀàÅéðåÌ éåÉùÑÅá, òÇã ùÑÆéÌÇòÂáÉø îÅàÂçåÉøÈéå àÇøÀáÌÇò àÇîÌåÉú. øÈàÈä àÆú äÇðÌÈùÒÄéà, òåÉîÅã îÄìÌÀôÈðÈéå îÀìåÉà òÅéðÈéå; åÀàÅéðåÌ éåÉùÑÅá òÇã ùÑÆéÌÅùÑÅá áÌÄîÀ÷åÉîåÉ, àåÉ òÇã ùÑÆéÌÄúÀëÌÇñÌÆä îÅòÅéðÈéå. åÀäÇðÌÈùÒÄéà ùÑÆîÌÈçÇì òÇì ëÌÀáåÉãåÉ, ëÌÀáåÉãåÉ îÈçåÌì. 6 Quien ve a un Sabio se para hasta que se le acerque a cuatro codos, una vez que haya pasado se sienta. Al ver a un Ab Bet Dín de lejos se para y no se sienta hasta que se le aleje cuatro codos. De haber visto a un Nasí se para y no se sienta hasta que él se siente en su lugar o hasta que ya no le vea; si él dispensara su honor el mismo se considerará dispensado.
æ ëÌÀùÑÆäÇðÌÈùÒÄéà ðÄëÀðÈñ, ëÌÈì äÈòÈí òåÉîÀãÄéï; åÀàÅéðÈï éåÉùÑÀáÄéï, òÇã ùÑÆéÌÉàîÇø ìÈäÆí ùÑÀáåÌ. ëÌÀùÑÆàÈá áÌÅéú ãÌÄéï ðÄëÀðÈñ, òåÉùÒÄéï ìåÉ ùÑÀúÌÅé ùÑåÌøåÉú òåÉîÀãÄéï îÄëÌÈàï åÌîÄëÌÈàï, òÇã ùÑÆðÌÄëÀðÇñ åÀéÈùÑÇá áÌÄîÀ÷åÉîåÉ, åÌùÑÀàÈø äÈòÈí éåÉùÑÀáÄéï áÌÄîÀ÷åÉîÈï. [æ] çÈëÈí ùÑÆðÌÄëÀðÈñ, ëÌÈì ùÑÆéÌÇâÌÄéòÇ ìåÉ áÌÀàÇøÀáÌÇò àÇîÌåÉú òåÉîÅã îÄìÌÀôÈðÈéå, àÆçÈã òåÉîÅã åÀàÆçÈã éåÉùÑÅá, òÇã ùÑÆðÌÄëÀðÇñ åÀéÈùÑÇá áÌÄîÀ÷åÉîåÉ. 7 Cuando entra el Nasí todos los presentes se paran y no se sientan hasta que él les diga: ¡siéntense!. Cuando entra un Ab Bet Dín ha de hacérsele dos hileras, una de cada lado, hasta que haya entrado y se haya sentado en su lugar, entonces los presentes se sientan en sus lugares. Al entrar un Jakham todo aquel al cual se le acerca a cuatro codos ha de pararse, parándose uno y sentándose el otro hasta que haya entrado y se haya sentado en su lugar.
ç áÌÀðÅé çÂëÈîÄéí åÀúÇìÀîÄéãÅé çÂëÈîÄéí--áÌÄæÀîÈï ùÑÆäÈøÇáÌÄéí öÀøÄéëÄéï ìÈäÆí, îÀ÷ÇôÌÀöÄéï òÇì øÈàùÑÅé äÈòÈí åÀðÄëÀðÈñÄéï ìÄîÀ÷åÉîÈï. åÀàÅéï ùÑÀáÈç ìÀúÇìÀîÄéã çÂëÈîÄéí, ùÑÆéÌÄëÌÈðÅñ áÌÈàÇçÂøåÉðÈä; éÈöÈà ìÀöÉøÆêÀ, çåÉæÅø ìÄîÀ÷åÉîåÉ. 8 Los hijos de los Sabios y los Sabios, cuando el pueblo les necesita, se adelantan a los dirigentes del pueblo y toman su lugar. No es motivo de elogio para un Sabio que entre por último; de haberle sido menester salir, regresa a su lugar.
è áÌÀðÅé çÂëÈîÄéí--áÌÄæÀîÈï ùÑÆéÌÅùÑ áÌÈäÆï ãÌÇòÇú ìÄùÑÀîÉòÇ, äåÉôÀëÄéï ôÌÀðÅéäÆï ëÌÀìÇôÌÅé àÂáÄéäÆï; àÅéï áÌÈäÆï ãÌÇòÇú ìÄùÑÀîÉòÇ, äåÉôÀëÄéï ôÌÀðÅéäÆï ëÌÀìÇôÌÅé äÈòÈí. [ç] úÌÇìÀîÄéã ùÑÀäåÌà éåÉùÑÅá ìÄôÀðÅé øÄáÌåÉ úÌÈîÄéã, àÅéðåÌ øÇùÌÑÈàé ìÇòÂîÉã îÄìÌÀôÈðÈéå àÅìÈà ùÑÇçÀøÄéú åÀòÇøÀáÌÄéú áÌÄìÀáÈã, ùÑÆìÌÉà éÀäÆà ëÌÀáåÉãåÉ îÀøËáÌÆä, îÄëÌÀáåÉã ùÑÈîÇéÄí. 9 Los hijos de los Sabios cuando tienen capacidad para escuchar se vuelven hacia su padre; de no ser así se vuelven hacia el pueblo. A un alumno que se sienta constantemente ante su Rabino no le está permitido pararse ante él sino por la mañana y por la noche, no sea cosa que su honor sobrepase al del Cielo.
é [è] îÄé ùÑÀäåÌà æÈ÷Åï îËôÀìÈâ áÌÀæÄ÷ÀðÈä--àÇó òÇì ôÌÄé ùÑÀàÅéðåÌ çÈëÈí, òåÉîÀãÄéï ìÀôÈðÈéå; åÀàÇôÄìÌåÌ äÆçÈëÈí ùÑÀäåÌà éÆìÆã, òåÉîÅã áÌÄôÀðÅé äÇæÌÈ÷Åï äÇîÌËôÀìÈâ áÌÀæÄ÷ÀðÈä, åÀàÅéðåÌ çÇéÌÈá ìÇòÂîÉã îÀìåÉà ÷åÉîÈúåÉ, àÅìÈà ëÌÀãÅé ìÀäÇãÌÀøåÉ. åÀàÇôÄìÌåÌ æÈ÷Åï âÌåÉé, îÀäÇãÌÀøÄéï àåÉúåÉ áÌÄãÀáÈøÄéí åÀðåÉúÀðÄéï ìåÉ éÈã ìÀñÈîÀëåÉ--ùÑÆðÌÆàÁîÈø "îÄôÌÀðÅé ùÒÅéáÈä úÌÈ÷åÌí" (åé÷øà éè,ìá), ëÌÈì ùÒÅéáÈä áÌÀîÇùÑÀîÈò. 10 Uno ha de pararse ante alguien extremadamente anciano, a pesar de que no sea un sabio; e incluso un niño sabio ha de pararse ante alguien extremadamente anciano, sin embargo no es menester erguirse totalmente sino lo suficiente como para exaltarle. Incluso ha de exaltarse a un anciano gentil y ofrecerle una mano para apoyarse, como está escrito: "Ante la vejez te levantarás" (Lv. 19:32), refiriéndose a toda vejez.
éà [é] úÌÇìÀîÄéãÅé çÂëÈîÄéí--àÅéðÈï éåÉöÀàÄéï ìÇòÂùÒåÉú áÌÀòÇöÀîÈï òÄí ëÌÈì äÇ÷ÌÈäÈì áÌÀáÄðÀéÈï åÇçÂôÄéøÈä ùÑÆìÌÇîÌÀãÄéðÈä åÀëÇéÌåÉöÆà áÌÈäÆï, ëÌÀãÅé ùÑÆìÌÉà éÄúÀáÌÇæÌåÌ áÌÄôÀðÅé òÇîÌÅé äÈàÈøÆõ. åÀàÅéï âÌåÉáÄéï îÅäÆï ìÀáÄðÀéÇï äÇçåÉîåÉú åÀúÄ÷ÌåÌï äÇùÌÑÀòÈøÄéí åÌùÒÀëÇø äÇùÌÑåÉîÀøÄéí åÀëÇéÌåÉöÆà áÌÈäÆï, åÀìÉà ìÄúÀùÑåÌøÇú äÇîÌÆìÆêÀ. åÀàÅéï îÀçÇéÌÀáÄéï àåÉúÈï ìÄúÌÅï äÇîÌÇñ, áÌÅéï îÇñ ùÑÀäåÌà ÷ÈöåÌá òÇì áÌÀðÅé äÈòÄéø áÌÅéï îÇñ ùÑÀäåÌà ÷ÈöåÌá òÇì ëÌÈì àÄéùÑ åÀàÄéùÑ, ùÑÆðÌÆàÁîÈø "âÌÇí ëÌÄé-éÄúÀðåÌ áÇâÌåÉéÄí, òÇúÌÈä àÂ÷ÇáÌÀöÅí; åÇéÌÈçÅìÌåÌ îÌÀòÈè, îÄîÌÇùÌÒÈà îÆìÆêÀ åÀùÒÈøÄéí" (øàä äåùò ç,é). 11 Los sabios no salen a ocuparse de construcción ni excavación alguna de la ciudad con el pueblo, ni a nada por el estilo, para no ser oprobiados ante los ignorantes. Tampoco se les impone contribución alguna ni para construir las murallas o reparar los portones o remunerar a los guardias o algo por el estilo, ni tampoco para el tesoro del rey. Tampoco se les exige pagar impuestos tanto si se tratara de urbanos generales como si se tratara de los exigidos a cada ciudadano, como está escrito: "Aun si estuvieran en manos de los gentiles ahora les recogeré; estando un poco enfermos debido a la carga del rey y los ministros." (Ver Os. 8:10).
éá åÀëÅï àÄí äÈéÀúÈä ñÀçåÉøÈä ìÀúÇìÀîÄéã çÂëÈîÄéí, îÇðÌÄéçÄéï àåÉúåÉ ìÄîÀëÌÉø úÌÀçÄìÌÈä; åÀàÅéï îÇðÌÄéçÄéï àÆçÈã îÄáÌÀðÅé äÇùÌÑåÌ÷ ìÄîÀëÌÉø, òÇã ùÑÆéÌÄîÀëÌÉø äåÌà. åÀëÅï àÄí äÈéÈä ìåÉ ãÌÄéï, åÀäÈéÈä òåÉîÅã áÌÄëÀìÇì áÌÇòÂìÅé ãÌÄéðÄéï äÇøÀáÌÅä--îÇ÷ÀãÌÄéîÄéï àåÉúåÉ åÌîåÉùÑÄéáÄéï àåÉúåÉ. 12 Asimismo si tuviera el Sabio mercadería se le deja vender primero y no se le deja a nadie del mercado vender hasta que él lo haga. Asimismo de tener un litigio y estar entre otros muchos litigantes se le da prioridad y se le sienta.
éâ [éà] òÈååÉï âÌÈãåÉì äåÌà ìÀáÇæÌåÉú àÆú äÇçÂëÈîÄéí, àåÉ ìÄùÒÀðÉà àåÉúÈï: ìÉà çÈøÀáÈä éÀøåÌùÑÈìÇéÄí, òÇã ùÑÆáÌÄæÌåÌ áÌÈäÌ úÌÇìÀîÄéãÅé çÂëÈîÄéí--ùÑÆðÌÆàÁîÈø "åÇéÌÄäÀéåÌ îÇìÀòÄáÄéí, áÌÀîÇìÀàÂëÅé äÈàÁìÉäÄéí, åÌáåÉæÄéí ãÌÀáÈøÈéå, åÌîÄúÌÇòÀúÌÀòÄéí áÌÄðÀáÄàÈéå" (ãáøé äéîéí á ìå,èæ), ëÌÀìåÉîÇø áÌåÉæÄéí îÀìÇîÌÀãÅé ãÌÀáÈøÈéå. åÀëÅï æÆä ùÑÆàÈîÀøÈä úÌåÉøÈä, "àÄí-áÌÀçË÷ÌÉúÇé úÌÄîÀàÈñåÌ" (åé÷øà ëå,èå)--îÀìÇîÌÀãÅé çË÷ÌåÉúÇé úÌÄîÀàÂñåÌ. åÀëÈì äÇîÌÀáÇæÌÆä àÆú äÇçÂëÈîÄéí--àÅéï ìåÉ çÅìÆ÷ ìÈòåÉìÈí äÇáÌÈà, åÇäÂøÅé äåÌà áÌÄëÀìÇì "ëÌÄé ãÀáÇø-ä' áÌÈæÈä" (áîãáø èå,ìà). 13 Es una gravísima transgresión deshonrar a los Sabios u odiarlos. No fue destruida Jerusalem hasta que deshonraron en ella a los talmidé jakhamim, como está escrito: "Mas oprobiaban a los mensajeros de Dios, despreciando Su palabra, burlándose de Sus profetas" (2 Cro. 36:16), es decir que ignominian a quienes enseñan Sus palabras. Asimismo aquello que dijera la Torá: "Aborreciendo Mis decretos" (Lev. 26:15). Si despreciarais a quienes enseñan Mis decretos. Todo aquel que deshonra a los Sabios no tiene parte en el Mundo Venidero considerándosele como a aquel “que oprobió la palabra del Señor” (Num. 15:31).
éã [éá] àÇó òÇì ôÌÄé ùÑÆäÇîÌÀáÇæÌÆä àÆú äÇçÂëÈîÄéí, àÅéï ìåÉ çÅìÆ÷ ìÈòåÉìÈí äÇáÌÈà--àÄí áÌÈàåÌ òÅãÄéí ùÑÆáÌÄæÌÈäåÌ, àÇôÄìÌåÌ áÌÄãÀáÈøÄéí--çÇéÌÈá ðÄãÌåÌé, åÌîÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ áÌÅéú ãÌÄéï áÌÈøÇáÌÄéí, åÀ÷åÉðÀñÄéï àåÉúåÉ ìÄéèÀøÈä æÈäÈá áÌÀëÈì îÈ÷åÉí, åÀðåÉúÀðÄéï àåÉúÈäÌ ìÆçÈëÈí. åÀäÇîÌÀáÇæÌÆä àÆú äÆçÈëÈí áÌÄãÀáÈøÄéí, àÇôÄìÌåÌ ìÀàÇçÇø îÄéúÈä--îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ áÌÅéú ãÌÄéï, åÀäÆí îÇúÌÄéøÄéï àåÉúåÉ ëÌÀùÑÆéÌÇçÀæÉø áÌÄúÀùÑåÌáÈä; àÂáÈì àÄí äÈéÈä äÆçÈëÈí çÇé--àÅéï îÇúÌÄéøÄéï ìåÉ, òÇã ùÑÆéÌÀøÇöÌÆä æÆä ùÑÆðÌÄãÌåÌäåÌ áÌÄùÑÀáÄéìåÉ. 14 A pesar de que quien deshonra a los Sabios pierde su parte en el Mundo Venidero, de haberse presentado testigos de tal ignominia, incluso tratándose de hechos, debe alejársele, procediendo a hacer tal cosa el Bet Dín públicamente y multándole con “litra” de oro que se le entrega al Sabio. A aquel que deshonra con sus acciones a un Sabio, incluso después de muerto, el Bet Dín le aleja, anulando el decreto si se arrepiente, pero si estuviera vivo el Sabio no ha de anulársele hasta que se disculpe ante aquel debido a quien le alejaron.
èå åÀëÅï äÆçÈëÈí òÇöÀîåÉ, îÀðÇãÌÆä ìÄëÀáåÉãåÉ ìÀòÇí äÈàÈøÆõ ùÑÆäÄôÀ÷Äéø áÌåÉ, åÀàÅéðåÌ öÈøÄéêÀ ìÉà òÅãÄéí, åÀìÉà äÇúÀøÈàÈä; åÀàÅéï îÇúÌÄéøÄéï ìåÉ, òÇã ùÑÆéÌÀøÇöÌÆä àÆú äÆçÈëÈí. åÀàÄí îÅú äÆçÈëÈí, áÌÈàÄéï ùÑÀìåÉùÑÈä åÌîÇúÌÄéøÄéï ìåÉ. åÀàÄí øÈöÈä äÆçÈëÈí ìÄîÀçÉì ìåÉ åÀìÉà ðÄãÌÈäåÌ, äÈøÀùÑåÌú áÌÀéÈãåÉ. 15 De hecho el Sabio mismo separa a un ignorante que le haya humillado, no necesitando ni testigos ni advertencia; no anulándosele hasta que se haya disculpado ante el Sabio. De haber muerto el Sabio vendrán tres a anulárselo. El Sabio tiene derecho a excusarle no separándole si así lo desea.
èæ [éâ] äÈøÈá ùÑÆðÌÄãÌÈä ìÄëÀáåÉãåÉ, çÇéÌÈáÄéï ëÌÈì úÌÇìÀîÄéãÈéå ìÄðÀäÉâ ðÄãÌåÌé áÌÇîÌÀðËãÌÆä; àÂáÈì úÌÇìÀîÄéã ùÑÆðÌÄãÌÈä ìÄëÀáåÉã òÇöÀîåÉ, àÅéï äÈøÈá çÇéÌÈá ìÄðÀäÉâ áÌåÉ ðÄãÌåÌé, àÂáÈì ëÌÈì äÈòÈí, çÇéÌÈáÄéï ìÄðÀäÉâ áÌåÉ ðÄãÌåÌé. åÀëÅï îÀðËãÌÆä ìÇðÌÈùÒÄéà, îÀðËãÌÆä ìÀëÈì éÄùÒÀøÈàÅì; îÀðËãÌÆä ìÀëÈì éÄùÒÀøÈàÅì, àÅéðåÌ îÀðËãÌÆä ìÇðÌÈùÒÄéà. îÀðËãÌÆä ìÀòÄéøåÉ, îÀðËãÌÆä ìÀòÄéø àÇçÆøÆú; îÀðËãÌÆä ìÀòÄéø àÇçÆøÆú, àÅéðåÌ îÀðËãÌÆä ìÀòÄéøåÉ. 16 Si un Rabino separa debido a su honor ésto obliga a todos sus alumnos respecto del separado; pero si un alumno separa debido a su honor éso no obliga al Rabino respecto del separado, pero sí obliga a todo el pueblo. Un separado debido al “Nasí” lo es respecto de todo Israel, un separado debido a Israel no lo es respecto del “Nasí”. Un separado respecto de su ciudad lo es respecto de otra; pero un separado respecto de otra ciudad no lo es respecto de la suya.
éæ [éã] áÌÇîÌÆä ãÌÀáÈøÄéí àÂîåÌøÄéí, áÌÀîÄé ùÑÆðÌÄãÌåÌäåÌ îÄôÌÀðÅé ùÑÆáÌÄæÌÈä úÌÇìÀîÄéãÅé çÂëÈîÄéí. àÂáÈì îÄé ùÑÆðÌÄãÌåÌäåÌ òÇì ùÑÀàÈø ãÌÀáÈøÄéí ùÑÆçÇéÌÈáÄéï òÂìÅéäÆí ðÄãÌåÌé--àÇôÄìÌåÌ ðÄãÌÈäåÌ ÷ÈèÈï ùÑÆáÌÀéÄùÒÀøÈàÅì, çÇéÌÈá äÇðÌÈùÒÄéà åÀëÈì éÄùÒÀøÈàÅì ìÄðÀäÉâ áÌåÉ ðÄãÌåÌé, òÇã ùÑÆéÌÇçÀæÉø áÌÄúÀùÑåÌáÈä îÄãÌÈáÈø ùÑÆðÌÄãÌåÌäåÌ áÌÄùÑÀáÄéìåÉ, åÀéÇúÌÄéøåÌ ìåÉ. 17 ¿A qué caso se hace referencia? al de quien fuera separado por oprobiar a Talmidé Jakhamim, pero respecto de quien fuera separado debido a cualquier otra cosa que demanda Nidúy, incluso de haberle separado el más insignificante de los israelitas, debe ,tanto el Nasí como todo Israel, relacionársele según el Nidúy hasta que se arrepienta de aquello que lo provocó y le sea anulado.
éç òÇì àÇøÀáÌÈòÈä åÀòÆùÒÀøÄéí ãÌÀáÈøÄéí îÀðÇãÌÄéï àÆú äÈàÈãÈí, áÌÅéï àÄéùÑ áÌÅéï àÄùÌÑÈä; åÀàÅìÌåÌ äÆï: (à) äÇîÌÀáÇæÌÆä àÆú äÆçÈëÈí, åÀàÇôÄìÌåÌ ìÀàÇçÇø îåÉúåÉ; (á) äÇîÌÀáÇæÌÆä ùÑÀìÄéçÇ áÌÅéú ãÌÄéï; (â) äÇ÷ÌåÉøÆà ìÇçÂáÅøåÉ òÆáÆã; (ã) äÇîÌÀæÇìÀæÅì áÌÀãÈáÈø àÆçÈã îÄãÌÄáÀøÅé ñåÉôÀøÄéí, åÀàÅéï öÈøÄéêÀ ìåÉîÇø áÌÀãÄáÀøÅé úÌåÉøÈä; (ä) îÄé ùÑÆùÌÑÈìÀçåÌ ìåÉ áÌÅéú ãÌÄéï åÀ÷ÈáÀòåÌ ìåÉ æÀîÈï, åÀìÉà áÈà; (å) îÄé ùÑÆìÌÉà ÷ÄáÌÇì òÈìÈéå àÆú äÇãÌÄéï, îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ òÇã ùÑÆéÌÄúÌÅï; (æ) îÄé ùÑÆéÌÅùÑ áÌÄøÀùÑåÌúåÉ ãÌÈáÈø äÇîÌÇæÌÄé÷, ëÌÀâåÉï ëÌÆìÆá øÈò àåÉ ñËìÌÈí øÈòåÌòÇ, îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ òÇã ùÑÆéÌÈñÄéø äÆæÌÅ÷åÉ; (ç) äÇîÌåÉëÅø ÷ÇøÀ÷Èò ùÑÆìÌåÉ ìÇâÌåÉé, îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ òÇã ùÑÆéÌÀ÷ÇáÌÇì òÈìÈéå ëÌÈì àÉðÆñ ùÑÆéÌÈáåÉà îÄï äÇâÌåÉé ìÀéÄùÒÀøÈàÅì çÂáÅøåÉ áÌÇòÇì äÇîÌÀöÈø; (è) äÇîÌÅòÄéã òÇì éÄùÒÀøÈàÅì áÌÀòÇøÀëÌÈàåÉú ùÑÆìÌÇâÌåÉéÄéí åÀäåÉöÄéà îÄîÌÆðÌåÌ áÌÀòÅãåÌúåÉ îÈîåÉï ùÑÆìÌÉà ëÌÀãÄéï éÄùÒÀøÈàÅì, îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ òÇã ùÑÆéÌÀùÑÇìÌÇí; (é) èÇáÌÈç ëÌåÉäÅï ùÑÀàÅéðåÌ îÇôÀøÄéùÑ äÇîÌÇúÌÈðåÉú åÀðåÉúÀðÈï ìÀëåÉäÅï àÇçÅø, îÀðÇãÌÄéï àåÉúåÉ òÇã ùÑÆéÌÄúÌÅï; (éà) äÇîÌÀçÇìÌÅì éåÉí èåÉá ùÑÅðÄé ùÑÆìÌÇâÌÈìÄéÌåÉú, àÇó òÇì ôÌÄé ùÑÀäåÌà îÄðÀäÈâ; (éá) äÈòåÉùÒÆä îÀìÈàëÈä áÌÀòÆøÆá äÇôÌÆñÇç àÇçÇø çÂöåÉú; (éâ) äÇîÌÇæÀëÌÄéø ùÑÅí ùÑÈîÇéÄí ìÀáÇèÌÈìÈä, àåÉ ìÄùÑÀáåÌòÈä áÌÀãÄáÀøÅé äÂáÈàé; (éã) äÇîÌÅáÄéà àÆú äÈøÇáÌÄéí ìÄéãÅé çÄìÌåÌì äÇùÌÑÅí; (èå) äÇîÌÅáÄéà àÆú äÈøÇáÌÄéí ìÄéãÅé àÂëÄéìÇú ÷ÃãÈùÑÄéí áÌÇçåÌõ; (èæ) äÇîÌÀçÇùÌÑÅá ùÑÈðÄéí åÀ÷åÉáÅòÇ çÃãÈùÑÄéí áÌÀçåÌöÈä ìÈàÈøÆõ; (éæ) äÇîÌÇëÀùÑÄéì àÆú äÈòÄåÌÅø; (éç) äÇîÌÀòÇëÌÅá àÆú äÈøÇáÌÄéí îÄìÌÇòÂùÒåÉú îÄöÀåÈä; (éè) èÇáÌÈç ùÑÆéÌÈöÇàú èÀøÅéôÈä îÄúÌÇçÇú éÈãåÉ; (ë) èÇáÌÈç ùÑÆìÌÉà áÈãÇ÷ ñÇëÌÄéðåÉ ìÄôÀðÅé çÈëÈí; (ëà) äÇîÌÇ÷ÀùÑÆä òÇöÀîåÉ ìÇãÌÇòÇú; (ëá) îÄé ùÑÆâÌÅøÇùÑ àÆú àÄùÑÀúÌåÉ, åÀòÈùÒÈä áÌÅéðåÉ åÌáÅéðÈäÌ ùÑËúÌÈôåÌú àåÉ îÇùÌÒÈà åÌîÇúÌÈï, äÇîÌÀáÄéàÄéï ìÈäÆï ìÀäÄæÌÈ÷Å÷ æÆä ìÀæÆä, ëÌÀùÑÆéÌÈáåÉàåÌ ùÑÀðÅéäÆï ìÀáÅéú ãÌÄéï îÀðÇãÌÄéï àåÉúÈï; (ëâ) çÈëÈí ùÑÆùÌÑÀîåÌòÈúåÉ øÈòÈä; (ëã) äÇîÌÀðÇãÌÆä îÄé ùÑÀàÅéðåÌ çÇéÌÈá ðÄãÌåÌé. 18 Debido a veinticuatro causas se separa tanto a un hombre como a una mujer, se trata de: 1) quien oprobia a un Sabio aunque ya haya fallecido; 2) quien humilla a un Sheliaj Bet Dín; 3) quien llama a un prójimo esclavo; 4) quien desdeña cualquiera de las Divré Soferim, siendo innecesario referirse a Divré Torá; 5) a quien se niega a comparecer ante un Bet Dín en la fecha que éste le fijó 6) a quien se niega a cumplir con su Dín se le separa hasta que ceda; 7) a quien posea algo dañino como un perro malo o una escalera defectuosa se le separa hasta que lo retire; 8) a quien venda tierra a un gentil se le separa hasta que acepte todo perjuicio que le sea ocasionado a su prójimo israelita dueño del terreno lindante; 9) a quien testimonie contra un israelita ante un tribunal gentil que le quita su dinero debido a su testimonio, no según el Dín de Israel, se le separa hasta que pague; 10) a un matarife Kohén que no separa las Matanot y se las da a otro Kohén se le separa hasta que lo haga; 11) a quien profane el Segundo Día de las Festividades, a pesar de ser una costumbre; 12) a quien realiza una tarea en víspera de Pesaj después de Jatsot; 13) a quien menciona el Nombre del Cielo en vano o al prometer nonadas; 14) a quien provoca que las multitudes profanen el Nombre; 15) a quien provoca que las multitudes coman Qodashim afuera; 16) a quien calcula años y fija meses en el extranjero; 17) a quien obstaculiza a un ciego; 18) a quien evita que las multitudes cumplan con un Precepto; 19) a un matarife que produjo una Terefá 20) a un matarife que no requirio que un Jakham le chequeara su cuchillo; 21) a quien provoca una erección adrede; 22) a quienes se hayan divorciado y se hayan asociado o realizado negocios entre ellos, que les demandan relaciones constantes, al presentarse ante un Bet Dín éste les separará 23) a un Jakham de mala fama ; 24) a quien separa a alguien que no se lo merecía.

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