Indice

Isaías 3

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66

à ëÌÄé äÄðÌÅä äÈàÈãåÉï éÀäåÈä öÀáÈàåÉú, îÅñÄéø îÄéøåÌùÑÈìÇÄí åÌîÄéäåÌãÈä, îÇùÑÀòÅï, åÌîÇùÑÀòÅðÈä:  ëÌÉì, îÄùÑÀòÇï-ìÆçÆí, åÀëÉì, îÄùÑÀòÇï-îÈéÄí. 1 PORQUE he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalem y de Judá el sustentador y el fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua;
á âÌÄáÌåÉø, åÀàÄéùÑ îÄìÀçÈîÈä; ùÑåÉôÅè åÀðÈáÄéà, åÀ÷ÉñÅí åÀæÈ÷Åï. 2 El valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano;
â ùÒÇø-çÂîÄùÌÑÄéí, åÌðÀùÒåÌà ôÈðÄéí; åÀéåÉòÅõ åÇçÂëÇí çÂøÈùÑÄéí, åÌðÀáåÉï ìÈçÇùÑ. 3 El capitán de cincuenta, y el hombre de respeto, y el consejero, y el artífice excelente, y el hábil orador.
ã åÀðÈúÇúÌÄé ðÀòÈøÄéí, ùÒÈøÅéäÆí; åÀúÇòÂìåÌìÄéí, éÄîÀùÑÀìåÌ-áÈí. 4 Y pondréles mozos por príncipes, y muchachos serán sus señores.
ä åÀðÄâÌÇùÒ äÈòÈí, àÄéùÑ áÌÀàÄéùÑ åÀàÄéùÑ áÌÀøÅòÅäåÌ; éÄøÀäÂáåÌ, äÇðÌÇòÇø áÌÇæÌÈ÷Åï, åÀäÇðÌÄ÷ÀìÆä, áÌÇðÌÄëÀáÌÈã. 5 Y el pueblo hará violencia los unos á los otros, cada cual contra su vecino:  el mozo se levantará contra el viejo, y el villano contra el noble.
å ëÌÄé-éÄúÀôÌÉùÒ àÄéùÑ áÌÀàÈçÄéå, áÌÅéú àÈáÄéå, ùÒÄîÀìÈä ìÀëÈä, ÷ÈöÄéï úÌÄäÀéÆä-ìÌÈðåÌ; åÀäÇîÌÇëÀùÑÅìÈä äÇæÌÉàú, úÌÇçÇú éÈãÆêÈ. 6 Cuando alguno trabare de su hermano, de la familia de su padre, y le dijere, Que vestir tienes, tú serás nuestro príncipe, y sea en tu mano esta ruina;
æ éÄùÌÒÈà áÇéÌåÉí äÇäåÌà ìÅàîÉø, ìÉà-àÆäÀéÆä çÉáÅùÑ, åÌáÀáÅéúÄé, àÅéï ìÆçÆí åÀàÅéï ùÒÄîÀìÈä; ìÉà úÀùÒÄéîËðÄé, ÷ÀöÄéï òÈí. 7 El jurará aquel día, diciendo:  No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir:  no me hagáis príncipe del pueblo.
ç ëÌÄé ëÈùÑÀìÈä éÀøåÌùÑÈìÇÄí, åÄéäåÌãÈä ðÈôÈì:  ëÌÄé-ìÀùÑåÉðÈí åÌîÇòÇìÀìÅéäÆí àÆì-éÀäåÈä, ìÇîÀøåÉú òÅðÅé ëÀáåÉãåÉ. 8 Pues arruinada está Jerusalem, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová, para irritar los ojos de su majestad.
è äÇëÌÈøÇú ôÌÀðÅéäÆí òÈðÀúÈä áÌÈí, åÀçÇèÌÈàúÈí ëÌÄñÀãÉí äÄâÌÄéãåÌ ìÉà ëÄçÅãåÌ; àåÉé ìÀðÇôÀùÑÈí, ëÌÄé-âÈîÀìåÌ ìÈäÆí øÈòÈä. 9 La apariencia del rostro de ellos los convence:  que como Sodoma predican su pecado, no lo disimulan.  ¡Ay del alma de ellos! porque allegaron mal para sí.
é àÄîÀøåÌ öÇãÌÄé÷, ëÌÄé-èåÉá:  ëÌÄé-ôÀøÄé îÇòÇìÀìÅéäÆí, éÉàëÅìåÌ. 10 Decid al justo que le irá bien:  porque comerá de los frutos de sus manos.
éà àåÉé, ìÀøÈùÑÈò øÈò:  ëÌÄé-âÀîåÌì éÈãÈéå, éÅòÈùÒÆä ìÌåÉ. 11 ¡Ay del impío! mal le irá:  porque según las obras de sus manos le será pagado.
éá òÇîÌÄé ðÉâÀùÒÈéå îÀòåÉìÅì, åÀðÈùÑÄéí îÈùÑÀìåÌ áåÉ; òÇîÌÄé îÀàÇùÌÑÀøÆéêÈ îÇúÀòÄéí, åÀãÆøÆêÀ àÉøÀçÉúÆéêÈ áÌÄìÌÅòåÌ.  {ô} 12 Los exactores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él.  Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen la carrera de tus caminos.
éâ ðÄöÌÈá ìÈøÄéá, éÀäåÈä; åÀòÉîÅã, ìÈãÄéï òÇîÌÄéí. 13 Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar los pueblos.
éã éÀäåÈä áÌÀîÄùÑÀôÌÈè éÈáåÉà, òÄí-æÄ÷ÀðÅé òÇîÌåÉ åÀùÒÈøÈéå; åÀàÇúÌÆí áÌÄòÇøÀúÌÆí äÇëÌÆøÆí, âÌÀæÅìÇú äÆòÈðÄé áÌÀáÈúÌÅéëÆí. 14 Jehová vendrá á juicio contra los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.
èå îìëí (îÇä-ìÌÈëÆí) úÌÀãÇëÌÀàåÌ òÇîÌÄé, åÌôÀðÅé òÂðÄéÌÄéí úÌÄèÀçÈðåÌ:  ðÀàËí-àÂãÉðÈé éÀäåÄä, öÀáÈàåÉú.  {ñ} 15 ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo, y moléis las caras de los pobres? dice el Señor Jehová de los ejércitos.
èæ åÇéÌÉàîÆø éÀäåÈä, éÇòÇï ëÌÄé âÈáÀäåÌ áÌÀðåÉú öÄéÌåÉï, åÇúÌÅìÇëÀðÈä ðèååú (ðÀèåÌéåÉú) âÌÈøåÉï, åÌîÀùÒÇ÷ÌÀøåÉú òÅéðÈéÄí; äÈìåÉêÀ åÀèÈôÉó úÌÅìÇëÀðÈä, åÌáÀøÇâÀìÅéäÆí úÌÀòÇëÌÇñÀðÈä. 16 Asimismo dice el Señor:  Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan cuellierguidas y los ojos descompuestos; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies:
éæ åÀùÒÄôÌÇç àÂãÉðÈé, ÷ÈãÀ÷Éã áÌÀðåÉú öÄéÌåÉï; åÇéäåÈä, ôÌÈúÀäÅï éÀòÈøÆä.  {ñ} 17 Por tanto, pelará el Señor la mollera de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas.
éç áÌÇéÌåÉí äÇäåÌà éÈñÄéø àÂãÉðÈé, àÅú úÌÄôÀàÆøÆú äÈòÂëÈñÄéí åÀäÇùÌÑÀáÄéñÄéí--åÀäÇùÌÒÇäÂøÉðÄéí. 18 Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas;
éè äÇðÌÀèÄôåÉú åÀäÇùÌÑÅéøåÉú, åÀäÈøÀòÈìåÉú. 19 Los collares, y los joyeles, y los brazaletes;
ë äÇôÌÀàÅøÄéí åÀäÇöÌÀòÈãåÉú åÀäÇ÷ÌÄùÌÑËøÄéí, åÌáÈúÌÅé äÇðÌÆôÆùÑ åÀäÇìÌÀçÈùÑÄéí. 20 Las escofietas, y los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor, y los zarcillos;
ëà äÇèÌÇáÌÈòåÉú, åÀðÄæÀîÅé äÈàÈó. 21 Los anillos, y los joyeles de las narices;
ëá äÇîÌÇçÂìÈöåÉú, åÀäÇîÌÇòÂèÈôåÉú, åÀäÇîÌÄèÀôÌÈçåÉú, åÀäÈçÂøÄéèÄéí. 22 Las ropas de remuda, los mantoncillos, los velos, y los alfileres;
ëâ åÀäÇâÌÄìÀéÉðÄéí, åÀäÇñÌÀãÄéðÄéí, åÀäÇöÌÀðÄéôåÉú, åÀäÈøÀãÄéãÄéí. 23 Los espejos, los pañizuelos, las gasas, y los tocados.
ëã åÀäÈéÈä úÇçÇú áÌÉùÒÆí îÇ÷ éÄäÀéÆä, åÀúÇçÇú çÂâåÉøÈä ðÄ÷ÀôÌÈä åÀúÇçÇú îÇòÂùÒÆä îÄ÷ÀùÑÆä ÷ÈøÀçÈä, åÀúÇçÇú ôÌÀúÄéâÄéì, îÇçÂâÉøÆú ùÒÈ÷:  ëÌÄé-úÇçÇú, éÉôÄé. 24 Y será que en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y desgarrón en lugar de cinta; y calvez en lugar de la compostura del cabello; y en lugar de faja ceñimiento de saco; y quemadura en vez de hermosura.
ëä îÀúÇéÄêÀ, áÌÇçÆøÆá éÄôÌÉìåÌ; åÌâÀáåÌøÈúÅêÀ, áÌÇîÌÄìÀçÈîÈä. 25 Tus varones caerán á cuchillo, y tu fuerza en la guerra.
ëå åÀàÈðåÌ åÀàÈáÀìåÌ, ôÌÀúÈçÆéäÈ; åÀðÄ÷ÌÈúÈä, ìÈàÈøÆõ úÌÅùÑÅá. 26 Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, sentaráse en tierra.

 

Indice

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66