à îÇùÌÒÈà, îÄãÀáÌÇø-éÈí: ëÌÀñåÌôåÉú áÌÇðÌÆâÆá, ìÇçÂìÉó, îÄîÌÄãÀáÌÈø áÌÈà, îÅàÆøÆõ ðåÉøÈàÈä.
|
1 CARGA del desierto de la mar. así vienen de la tierra horrenda.
|
á çÈæåÌú ÷ÈùÑÈä, äËâÌÇã-ìÄé: äÇáÌåÉâÅã áÌåÉâÅã, åÀäÇùÌÑåÉãÅã ùÑåÉãÅã, òÂìÄé òÅéìÈí öåÌøÄé îÈãÇé, ëÌÈì-àÇðÀçÈúÈä äÄùÑÀáÌÇúÌÄé.
|
2 Visión dura me ha sido mostrada. El prevaricador prevarica, y el destructor destruye. Sube, Persa; cerca, Medo. Todo su gemido hice cesar.
|
â òÇì-ëÌÅï, îÈìÀàåÌ îÈúÀðÇé çÇìÀçÈìÈä--öÄéøÄéí àÂçÈæåÌðÄé, ëÌÀöÄéøÅé éåÉìÅãÈä; ðÇòÂåÅéúÄé îÄùÌÑÀîÉòÇ, ðÄáÀäÇìÀúÌÄé îÅøÀàåÉú.
|
3 Por tanto mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto: agobiéme oyendo, y al ver heme espantado.
|
ã úÌÈòÈä ìÀáÈáÄé, ôÌÇìÌÈöåÌú áÌÄòÂúÈúÀðÄé; àÅú ðÆùÑÆó çÄùÑÀ÷Äé, ùÒÈí ìÄé ìÇçÂøÈãÈä.
|
4 Pasmóse mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me tornó en espanto.
|
ä òÈøÉêÀ äÇùÌÑËìÀçÈï öÈôÉä äÇöÌÈôÄéú, àÈëåÉì ùÑÈúÉä; ÷åÌîåÌ äÇùÌÒÈøÄéí, îÄùÑÀçåÌ îÈâÅï. {ñ}
|
5 Pon la mesa, mira del atalaya, come, bebe: levantaos, príncipes, ungid el escudo.
|
å ëÌÄé ëÉä àÈîÇø àÅìÇé, àÂãÉðÈé: ìÅêÀ äÇòÂîÅã äÇîÀöÇôÌÆä, àÂùÑÆø éÄøÀàÆä éÇâÌÄéã.
|
6 Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que viere.
|
æ åÀøÈàÈä øÆëÆá, öÆîÆã ôÌÈøÈùÑÄéí--øÆëÆá çÂîåÉø, øÆëÆá âÌÈîÈì; åÀäÄ÷ÀùÑÄéá ÷ÆùÑÆá, øÇá-÷ÈùÑÆá.
|
7 Y vió un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró muy más atentamente.
|
ç åÇéÌÄ÷ÀøÈà, àÇøÀéÅä--òÇì-îÄöÀôÌÆä àÂãÉðÈé, àÈðÉëÄé òÉîÅã úÌÈîÄéã éåÉîÈí, åÀòÇì-îÄùÑÀîÇøÀúÌÄé, àÈðÉëÄé ðÄöÌÈá ëÌÈì-äÇìÌÅéìåÉú.
|
8 Y gritó como un león: Señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y las noches enteras sobre mi guarda:
|
è åÀäÄðÌÅä-æÆä áÈà øÆëÆá àÄéùÑ, öÆîÆã ôÌÈøÈùÑÄéí; åÇéÌÇòÇï åÇéÌÉàîÆø, ðÈôÀìÈä ðÈôÀìÈä áÌÈáÆì, åÀëÈì-ôÌÀñÄéìÅé àÁìÉäÆéäÈ, ùÑÄáÌÇø ìÈàÈøÆõ.
|
9 Y he aquí este carro de hombres viene, un par de caballeros. Después habló, y dijo: Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra.
|
é îÀãËùÑÈúÄé, åÌáÆï-âÌÈøÀðÄé: àÂùÑÆø ùÑÈîÇòÀúÌÄé, îÅàÅú éÀäåÈä öÀáÈàåÉú àÁìÉäÅé éÄùÒÀøÈàÅì--äÄâÌÇãÀúÌÄé ìÈëÆí. {ô}
|
10 Trilla mía, y paja de mi era: os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de Israel.
|
éà îÇùÌÒÈà, ãÌåÌîÈä: àÅìÇé, ÷ÉøÅà îÄùÌÒÅòÄéø, ùÑÉîÅø îÇä-îÌÄìÌÇéÀìÈä, ùÑÉîÅø îÇä-îÌÄìÌÅéì.
|
11 Carga de Duma. Danme voces de Seir: Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche?
|
éá àÈîÇø ùÑÉîÅø, àÈúÈä áÉ÷Æø åÀâÇí-ìÈéÀìÈä; àÄí-úÌÄáÀòÈéåÌï áÌÀòÈéåÌ, ùÑËáåÌ àÅúÈéåÌ. {ô}
|
12 El guarda respondió: La mañana viene, y después la noche: si preguntareis, preguntad; volved, venid.
|
éâ îÇùÌÒÈà, áÌÇòÀøÈá: áÌÇéÌÇòÇø áÌÇòÀøÇá úÌÈìÄéðåÌ, àÉøÀçåÉú ãÌÀãÈðÄéí.
|
13 Carga sobre Arabia. En el monte tendréis la noche en Arabia, oh caminantes de Dedanim.
|
éã ìÄ÷ÀøÇàú öÈîÅà, äÅúÈéåÌ îÈéÄí; éÉùÑÀáÅé àÆøÆõ úÌÅéîÈà, áÌÀìÇçÀîåÉ ÷ÄãÌÀîåÌ ðÉãÅã.
|
14 Salid á encontrar al sediento; llevadle aguas, moradores de tierra de Tema, socorred con su pan al que huye.
|
èå ëÌÄé-îÄôÌÀðÅé çÂøÈáåÉú, ðÈãÈãåÌ; îÄôÌÀðÅé çÆøÆá ðÀèåÌùÑÈä, åÌîÄôÌÀðÅé ÷ÆùÑÆú ãÌÀøåÌëÈä, åÌîÄôÌÀðÅé, ëÌÉáÆã îÄìÀçÈîÈä. {ñ}
|
15 Porque de la presencia de las espadas huyen, de la presencia de la espada desnuda, de la presencia del arco entesado, de la presencia del peso de la batalla.
|
èæ ëÌÄé-ëÉä àÈîÇø àÂãÉðÈé, àÅìÈé: áÌÀòåÉã ùÑÈðÈä ëÌÄùÑÀðÅé ùÒÈëÄéø, åÀëÈìÈä ëÌÈì-ëÌÀáåÉã ÷ÅãÈø.
|
16 Porque así me ha dicho Jehová: De aquí á un año, semejante á años de mozo de soldada, toda la gloria de Cedar será desecha;
|
éæ åÌùÑÀàÈø îÄñÀôÌÇø-÷ÆùÑÆú âÌÄáÌåÉøÅé áÀðÅé-÷ÅãÈø, éÄîÀòÈèåÌ: ëÌÄé éÀäåÈä àÁìÉäÅé-éÄùÒÀøÈàÅì, ãÌÄáÌÅø. {ñ}
|
17 Y las reliquias del número de los valientes flecheros, hijos de Cedar, serán apocadas: porque Jehová Dios de Israel lo ha dicho.
|
|
|
|