à àÅú ëÌÈì-äÇãÌÈáÈø, àÂùÑÆø àÈðÉëÄé îÀöÇåÌÆä àÆúÀëÆí--àÉúåÉ úÄùÑÀîÀøåÌ, ìÇòÂùÒåÉú: ìÉà-úÉñÅó òÈìÈéå, åÀìÉà úÄâÀøÇò îÄîÌÆðÌåÌ. {ô}
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1
Cuidaréis de hacer todo lo que yo os mando:
no añadirás a ello, ni quitarás de ello.
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á ëÌÄé-éÈ÷åÌí áÌÀ÷ÄøÀáÌÀêÈ ðÈáÄéà, àåÉ çÉìÅí çÂìåÉí; åÀðÈúÇï àÅìÆéêÈ àåÉú, àåÉ îåÉôÅú.
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2 CUANDO se levantare en medio de ti profeta, ó soñador de sueños, y te diere señal ó prodigio,
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â åÌáÈà äÈàåÉú åÀäÇîÌåÉôÅú, àÂùÑÆø-ãÌÄáÌÆø àÅìÆéêÈ ìÅàîÉø: ðÅìÀëÈä àÇçÂøÅé àÁìÉäÄéí àÂçÅøÄéí, àÂùÑÆø ìÉà-éÀãÇòÀúÌÈí--åÀðÈòÈáÀãÅí.
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3
Y acaeciere la señal ó prodigio que él te dijo, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
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ã ìÉà úÄùÑÀîÇò, àÆì-ãÌÄáÀøÅé äÇðÌÈáÄéà äÇäåÌà, àåÉ àÆì-çåÉìÅí äÇçÂìåÉí, äÇäåÌà: ëÌÄé îÀðÇñÌÆä éÀäåÈä àÁìÉäÅéëÆí, àÆúÀëÆí, ìÈãÇòÇú äÂéÄùÑÀëÆí àÉäÂáÄéí àÆú-éÀäåÈä àÁìÉäÅéëÆí, áÌÀëÈì-ìÀáÇáÀëÆí åÌáÀëÈì-ðÇôÀùÑÀëÆí.
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4
No darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños: porque el Señor vuestro Dios os prueba, para saber si amáis al Señor vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
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ä àÇçÂøÅé éÀäåÈä àÁìÉäÅéëÆí úÌÅìÅëåÌ, åÀàÉúåÉ úÄéøÈàåÌ; åÀàÆú-îÄöÀåÉúÈéå úÌÄùÑÀîÉøåÌ åÌáÀ÷ÉìåÉ úÄùÑÀîÈòåÌ, åÀàÉúåÉ úÇòÂáÉãåÌ åÌáåÉ úÄãÀáÌÈ÷åÌï.
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5 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis, y á él temeréis, y guardaréis sus mandamientos, y escucharéis su voz, y á él serviréis, y á él os allegaréis.
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å åÀäÇðÌÈáÄéà äÇäåÌà àåÉ çÉìÅí äÇçÂìåÉí äÇäåÌà éåÌîÈú, ëÌÄé ãÄáÌÆø-ñÈøÈä òÇì-éÀäåÈä àÁìÉäÅéëÆí äÇîÌåÉöÄéà àÆúÀëÆí îÅàÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí åÀäÇôÌÉãÀêÈ îÄáÌÅéú òÂáÈãÄéí--ìÀäÇãÌÄéçÂêÈ îÄï-äÇãÌÆøÆêÀ, àÂùÑÆø öÄåÌÀêÈ éÀäåÈä àÁìÉäÆéêÈ ìÈìÆëÆú áÌÈäÌ; åÌáÄòÇøÀúÌÈ äÈøÈò, îÄ÷ÌÄøÀáÌÆêÈ. {ñ}
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6 Y el tal profeta ó soñador de sueños, ha de ser muerto; por cuanto trató de rebelión contra Jehová vuestro Dios, que te sacó de tierra de Egipto, y te rescató de casa de siervos, y de echarte del camino por el que Jehová tu Dios te mandó que anduvieses: y así quitarás el mal de en medio de ti.
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æ ëÌÄé éÀñÄéúÀêÈ àÈçÄéêÈ áÆï-àÄîÌÆêÈ àåÉ-áÄðÀêÈ àåÉ-áÄúÌÀêÈ àåÉ àÅùÑÆú çÅé÷ÆêÈ, àåÉ øÅòÂêÈ àÂùÑÆø ëÌÀðÇôÀùÑÀêÈ--áÌÇñÌÅúÆø ìÅàîÉø: ðÅìÀëÈä, åÀðÇòÇáÀãÈä àÁìÉäÄéí àÂçÅøÄéí, àÂùÑÆø ìÉà éÈãÇòÀúÌÈ, àÇúÌÈä åÇàÂáÉúÆéêÈ.
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7 Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, ó tu hijo, ó tu hija, ó la mujer de tu seno, ó tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos á dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
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ç îÅàÁìÉäÅé äÈòÇîÌÄéí, àÂùÑÆø ñÀáÄéáÉúÅéëÆí, äÇ÷ÌÀøÉáÄéí àÅìÆéêÈ, àåÉ äÈøÀçÉ÷Äéí îÄîÌÆêÌÈ--îÄ÷ÀöÅä äÈàÈøÆõ, åÀòÇã-÷ÀöÅä äÈàÈøÆõ.
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8 De los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores cercanos á ti, ó lejos de ti, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella;
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è ìÉà-úÉàáÆä ìåÉ, åÀìÉà úÄùÑÀîÇò àÅìÈéå; åÀìÉà-úÈçåÉñ òÅéðÀêÈ òÈìÈéå, åÀìÉà-úÇçÀîÉì åÀìÉà-úÀëÇñÌÆä òÈìÈéå.
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9
No consentirás con él,
ni le darás oído;
ni tu ojo le perdonará,
ni tendrás compasión de él,
ni lo encubrirás:
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é ëÌÄé äÈøÉâ úÌÇäÇøÀâÆðÌåÌ, éÈãÀêÈ úÌÄäÀéÆä-áÌåÉ áÈøÄàùÑåÉðÈä ìÇäÂîÄéúåÉ; åÀéÇã ëÌÈì-äÈòÈí, áÌÈàÇçÂøÉðÈä.
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10 Antes has de matarlo; tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
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éà åÌñÀ÷ÇìÀúÌåÉ áÈàÂáÈðÄéí, åÈîÅú: ëÌÄé áÄ÷ÌÅùÑ, ìÀäÇãÌÄéçÂêÈ îÅòÇì éÀäåÈä àÁìÉäÆéêÈ, äÇîÌåÉöÄéàÂêÈ îÅàÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, îÄáÌÅéú òÂáÈãÄéí.
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11 Y has de apedrearlo con piedras, y morirá; por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos:
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éá åÀëÈì-éÄùÒÀøÈàÅì--éÄùÑÀîÀòåÌ, åÀéÄøÈàåÌï; åÀìÉà-éåÉñÄôåÌ ìÇòÂùÒåÉú, ëÌÇãÌÈáÈø äÈøÈò äÇæÌÆä--áÌÀ÷ÄøÀáÌÆêÈ. {ñ}
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12 Para que todo Israel oiga, y tema,
y no tornen a hacer cosa semejante a esta mala cosa en medio de tí.
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éâ ëÌÄé-úÄùÑÀîÇò áÌÀàÇçÇú òÈøÆéêÈ, àÂùÑÆø éÀäåÈä àÁìÉäÆéêÈ ðÉúÅï ìÀêÈ ìÈùÑÆáÆú ùÑÈí--ìÅàîÉø.
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13 Cuando oyeres de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para que mores en ellas, que se dice:
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éã éÈöÀàåÌ àÂðÈùÑÄéí áÌÀðÅé-áÀìÄéÌÇòÇì, îÄ÷ÌÄøÀáÌÆêÈ, åÇéÌÇãÌÄéçåÌ àÆú-éÉùÑÀáÅé òÄéøÈí, ìÅàîÉø: ðÅìÀëÈä, åÀðÇòÇáÀãÈä àÁìÉäÄéí àÂçÅøÄéí--àÂùÑÆø ìÉà-éÀãÇòÀúÌÆí.
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14 Hombres, hijos de impiedad, han salido de en medio de ti, que han instigado á los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos á dioses ajenos, que vosotros no conocisteis;
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èå åÀãÈøÇùÑÀúÌÈ åÀçÈ÷ÇøÀúÌÈ åÀùÑÈàÇìÀúÌÈ, äÅéèÅá; åÀäÄðÌÅä àÁîÆú ðÈëåÉï äÇãÌÈáÈø, ðÆòÆùÒÀúÈä äÇúÌåÉòÅáÈä äÇæÌÉàú áÌÀ÷ÄøÀáÌÆêÈ.
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15
Tú inquirirás, y buscarás, y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti,
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èæ äÇëÌÅä úÇëÌÆä, àÆú-éÉùÑÀáÅé äÈòÄéø äÇäÄåà--ìÀôÄé-çÈøÆá: äÇçÂøÅí àÉúÈäÌ åÀàÆú-ëÌÈì-àÂùÑÆø-áÌÈäÌ åÀàÆú-áÌÀäÆîÀúÌÈäÌ, ìÀôÄé-çÈøÆá.
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16 Irremisiblemente herirás á filo de espada los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también sus bestias á filo de espada.
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éæ åÀàÆú-ëÌÈì-ùÑÀìÈìÈäÌ, úÌÄ÷ÀáÌÉõ àÆì-úÌåÉêÀ øÀçÉáÈäÌ, åÀùÒÈøÇôÀúÌÈ áÈàÅùÑ àÆú-äÈòÄéø åÀàÆú-ëÌÈì-ùÑÀìÈìÈäÌ ëÌÈìÄéì, ìÇéäåÈä àÁìÉäÆéêÈ; åÀäÈéÀúÈä úÌÅì òåÉìÈí, ìÉà úÄáÌÈðÆä òåÉã.
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17 Y juntarás todo el despojo de ella en medio de su plaza,
y consumirás con fuego la ciudad y todo su despojo, todo ello, al Señor tu Dios: y será un montón para siempre:
nunca más se edificará.
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éç åÀìÉà-éÄãÀáÌÇ÷ áÌÀéÈãÀêÈ îÀàåÌîÈä, îÄï-äÇçÅøÆí--ìÀîÇòÇï éÈùÑåÌá éÀäåÈä îÅçÂøåÉï àÇôÌåÉ, åÀðÈúÇï-ìÀêÈ øÇçÂîÄéí åÀøÄçÇîÀêÈ åÀäÄøÀáÌÆêÈ, ëÌÇàÂùÑÆø ðÄùÑÀáÌÇò, ìÇàÂáÉúÆéêÈ.
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18
Y no se pegará algo a tu mano del anatema; para que el Señor; se aparte del furor de su ira, y te dé mercedes, y tenga misericordia de tií, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
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éè ëÌÄé úÄùÑÀîÇò, áÌÀ÷åÉì éÀäåÈä àÁìÉäÆéêÈ, ìÄùÑÀîÉø àÆú-ëÌÈì-îÄöÀåÉúÈéå, àÂùÑÆø àÈðÉëÄé îÀöÇåÌÀêÈ äÇéÌåÉí--ìÇòÂùÒåÉú, äÇéÌÈùÑÈø, áÌÀòÅéðÅé, éÀäåÈä àÁìÉäÆéêÈ. {ñ}
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19 Cuando obedecieres á la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, para hacer lo recto en ojos de Jehová tu Dios.
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