à åÇéÀäÄé, îÄ÷ÌÅõ ùÑÀðÈúÇéÄí éÈîÄéí; åÌôÇøÀòÉä çÉìÅí, åÀäÄðÌÅä òÉîÅã òÇì-äÇéÀàÉø.
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1 Y ACONTECIÓ que pasados dos años tuvo Faraón un sueño: Parecíale que estaba junto al río;
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á åÀäÄðÌÅä îÄï-äÇéÀàÉø, òÉìÉú ùÑÆáÇò ôÌÈøåÉú, éÀôåÉú îÇøÀàÆä, åÌáÀøÄéàÉú áÌÈùÒÈø; åÇúÌÄøÀòÆéðÈä, áÌÈàÈçåÌ.
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2 Y que del río subían siete vacas, hermosas á la vista, y muy gordas, y pacían en el prado:
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â åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò ôÌÈøåÉú àÂçÅøåÉú, òÉìåÉú àÇçÂøÅéäÆï îÄï-äÇéÀàÉø, øÈòåÉú îÇøÀàÆä, åÀãÇ÷ÌåÉú áÌÈùÒÈø; åÇúÌÇòÂîÉãÀðÈä àÅöÆì äÇôÌÈøåÉú, òÇì-ùÒÀôÇú äÇéÀàÉø.
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3 Y que otras siete vacas subían tras ellas del río, de fea vista, y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas á la orilla del río:
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ã åÇúÌÉàëÇìÀðÈä äÇôÌÈøåÉú, øÈòåÉú äÇîÌÇøÀàÆä åÀãÇ÷ÌÉú äÇáÌÈùÒÈø, àÅú ùÑÆáÇò äÇôÌÈøåÉú, éÀôÉú äÇîÌÇøÀàÆä åÀäÇáÌÀøÄéàÉú; åÇéÌÄé÷Çõ, ôÌÇøÀòÉä.
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4 Y que las vacas de fea vista y enjutas de carne devoraban á las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón.
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ä åÇéÌÄéùÑÈï, åÇéÌÇçÂìÉí ùÑÅðÄéú; åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò ùÑÄáÌÃìÄéí, òÉìåÉú áÌÀ÷ÈðÆä àÆçÈã--áÌÀøÄéàåÉú åÀèÉáåÉú.
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5 Durmióse de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una sola caña:
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å åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò ùÑÄáÌÃìÄéí, ãÌÇ÷ÌåÉú åÌùÑÀãåÌôÉú ÷ÈãÄéí--öÉîÀçåÉú, àÇçÂøÅéäÆï.
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6 Y que otras siete espigas menudas y abatidas del Solano, salían después de ellas:
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æ åÇúÌÄáÀìÇòÀðÈä, äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí äÇãÌÇ÷ÌåÉú, àÅú ùÑÆáÇò äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí, äÇáÌÀøÄéàåÉú åÀäÇîÌÀìÅàåÉú; åÇéÌÄé÷Çõ ôÌÇøÀòÉä, åÀäÄðÌÅä çÂìåÉí.
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7 Y las siete espigas menudas devoraban á las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño.
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ç åÇéÀäÄé áÇáÌÉ÷Æø, åÇúÌÄôÌÈòÆí øåÌçåÉ, åÇéÌÄùÑÀìÇç åÇéÌÄ÷ÀøÈà àÆú-ëÌÈì-çÇøÀèËîÌÅé îÄöÀøÇéÄí, åÀàÆú-ëÌÈì-çÂëÈîÆéäÈ; åÇéÀñÇôÌÅø ôÌÇøÀòÉä ìÈäÆí àÆú-çÂìÉîåÉ, åÀàÅéï-ôÌåÉúÅø àåÉúÈí ìÀôÇøÀòÉä.
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8 Y acaeció que á la mañana estaba agitado su espíritu; y envió é hizo llamar á todos los magos de Egipto, y á todos sus sabios: y contóles Faraón sus sueños, mas no había quien á Faraón los declarase.
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è åÇéÀãÇáÌÅø ùÒÇø äÇîÌÇùÑÀ÷Äéí, àÆú-ôÌÇøÀòÉä ìÅàîÉø: àÆú-çÂèÈàÇé, àÂðÄé îÇæÀëÌÄéø äÇéÌåÉí.
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9 Entonces el principal de los coperos habló á Faraón, diciendo: Acuérdome hoy de mis faltas:
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é ôÌÇøÀòÉä, ÷ÈöÇó òÇì-òÂáÈãÈéå; åÇéÌÄúÌÅï àÉúÄé áÌÀîÄùÑÀîÇø, áÌÅéú ùÒÇø äÇèÌÇáÌÈçÄéí--àÉúÄé, åÀàÅú ùÒÇø äÈàÉôÄéí.
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10 Faraón se enojó contra sus siervos, y á mí me echó á la prisión de la casa del capitán de los de la guardia, á mí y al principal de los panaderos:
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éà åÇðÌÇçÇìÀîÈä çÂìåÉí áÌÀìÇéÀìÈä àÆçÈã, àÂðÄé åÈäåÌà: àÄéùÑ ëÌÀôÄúÀøåÉï çÂìÉîåÉ, çÈìÈîÀðåÌ.
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11 Y yo y él vimos un sueño una misma noche: cada uno soñó conforme á la declaración de su sueño.
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éá åÀùÑÈí àÄúÌÈðåÌ ðÇòÇø òÄáÀøÄé, òÆáÆã ìÀùÒÇø äÇèÌÇáÌÈçÄéí, åÇðÌÀñÇôÌÆø-ìåÉ, åÇéÌÄôÀúÌÈø-ìÈðåÌ àÆú-çÂìÉîÉúÅéðåÌ: àÄéùÑ ëÌÇçÂìÉîåÉ, ôÌÈúÈø.
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12 Y estaba allí con nosotros un mozo Hebreo, sirviente del capitán de los de la guardia; y se lo contamos, y él nos declaró nuestros sueños, y declaró á cada uno conforme á su sueño.
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éâ åÇéÀäÄé ëÌÇàÂùÑÆø ôÌÈúÇø-ìÈðåÌ, ëÌÅï äÈéÈä: àÉúÄé äÅùÑÄéá òÇì-ëÌÇðÌÄé, åÀàÉúåÉ úÈìÈä.
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13 Y aconteció que como él nos declaró, así fué: á mí me hizo volver á mi puesto, é hizo colgar al otro.
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éã åÇéÌÄùÑÀìÇç ôÌÇøÀòÉä åÇéÌÄ÷ÀøÈà àÆú-éåÉñÅó, åÇéÀøÄéöËäåÌ îÄï-äÇáÌåÉø; åÇéÀâÇìÌÇç åÇéÀçÇìÌÅó ùÒÄîÀìÉúÈéå, åÇéÌÈáÉà àÆì-ôÌÇøÀòÉä.
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14 Entonces Faraón envió y llamó á José; é hiciéronle salir corriendo de la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino á Faraón.
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èå åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä, àÆì-éåÉñÅó, çÂìåÉí çÈìÇîÀúÌÄé, åÌôÉúÅø àÅéï àÉúåÉ; åÇàÂðÄé, ùÑÈîÇòÀúÌÄé òÈìÆéêÈ ìÅàîÉø, úÌÄùÑÀîÇò çÂìåÉí, ìÄôÀúÌÉø àÉúåÉ.
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15 Y dijo Faraón á José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo declare; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos.
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èæ åÇéÌÇòÇï éåÉñÅó àÆú-ôÌÇøÀòÉä ìÅàîÉø, áÌÄìÀòÈãÈé: àÁìÉäÄéí, éÇòÂðÆä àÆú-ùÑÀìåÉí ôÌÇøÀòÉä.
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16 Y respondió José á Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz á Faraón.
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éæ åÇéÀãÇáÌÅø ôÌÇøÀòÉä, àÆì-éåÉñÅó: áÌÇçÂìÉîÄé, äÄðÀðÄé òÉîÅã òÇì-ùÒÀôÇú äÇéÀàÉø.
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17 Entonces Faraón dijo á José: En mi sueño parecíame que estaba á la orilla del río:
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éç åÀäÄðÌÅä îÄï-äÇéÀàÉø, òÉìÉú ùÑÆáÇò ôÌÈøåÉú, áÌÀøÄéàåÉú áÌÈùÒÈø, åÄéôÉú úÌÉàÇø; åÇúÌÄøÀòÆéðÈä, áÌÈàÈçåÌ.
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18 Y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado:
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éè åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò-ôÌÈøåÉú àÂçÅøåÉú, òÉìåÉú àÇçÂøÅéäÆï, ãÌÇìÌåÉú åÀøÈòåÉú úÌÉàÇø îÀàÉã, åÀøÇ÷ÌåÉú áÌÈùÒÈø: ìÉà-øÈàÄéúÄé ëÈäÅðÌÈä áÌÀëÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, ìÈøÉòÇ.
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19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad:
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ë åÇúÌÉàëÇìÀðÈä, äÇôÌÈøåÉú, äÈøÇ÷ÌåÉú, åÀäÈøÈòåÉú--àÅú ùÑÆáÇò äÇôÌÈøåÉú äÈøÄàùÑÉðåÉú, äÇáÌÀøÄéàÉú.
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20 Y las vacas flacas y feas devoraban á las siete primeras vacas gruesas:
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ëà åÇúÌÈáÉàðÈä àÆì-÷ÄøÀáÌÆðÈä, åÀìÉà ðåÉãÇò ëÌÄé-áÈàåÌ àÆì-÷ÄøÀáÌÆðÈä, åÌîÇøÀàÅéäÆï øÇò, ëÌÇàÂùÑÆø áÌÇúÌÀçÄìÌÈä; åÈàÄé÷Èõ.
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21 Y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiese entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como de primero. Y yo desperté.
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ëá åÈàÅøÆà, áÌÇçÂìÉîÄé; åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò ùÑÄáÌÃìÄéí, òÉìÉú áÌÀ÷ÈðÆä àÆçÈã--îÀìÅàÉú åÀèÉáåÉú.
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22 Vi también soñando, que siete espigas subían en una misma caña llenas y hermosas;
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ëâ åÀäÄðÌÅä ùÑÆáÇò ùÑÄáÌÃìÄéí, öÀðËîåÉú ãÌÇ÷ÌåÉú ùÑÀãËôåÉú ÷ÈãÄéí--öÉîÀçåÉú, àÇçÂøÅéäÆí.
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23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del Solano, subían después de ellas:
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ëã åÇúÌÄáÀìÇòÀïÈ äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí äÇãÌÇ÷ÌÉú, àÅú ùÑÆáÇò äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí äÇèÌÉáåÉú; åÈàÉîÇø, àÆì-äÇçÇøÀèËîÌÄéí, åÀàÅéï îÇâÌÄéã, ìÄé.
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24 Y las espigas menudas devoraban á las siete espigas hermosas: y helo dicho á los magos, mas no hay quien me lo declare.
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ëä åÇéÌÉàîÆø éåÉñÅó àÆì-ôÌÇøÀòÉä, çÂìåÉí ôÌÇøÀòÉä àÆçÈã äåÌà: àÅú àÂùÑÆø äÈàÁìÉäÄéí òÉùÒÆä, äÄâÌÄéã ìÀôÇøÀòÉä.
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25 Entonces respondió José á Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado á Faraón lo que va á hacer.
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ëå ùÑÆáÇò ôÌÈøÉú äÇèÌÉáÉú, ùÑÆáÇò ùÑÈðÄéí äÅðÌÈä, åÀùÑÆáÇò äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí äÇèÌÉáÉú, ùÑÆáÇò ùÑÈðÄéí äÅðÌÈä: çÂìåÉí, àÆçÈã äåÌà.
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26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.
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ëæ åÀùÑÆáÇò äÇôÌÈøåÉú äÈøÇ÷ÌåÉú åÀäÈøÈòÉú äÈòÉìÉú àÇçÂøÅéäÆï, ùÑÆáÇò ùÑÈðÄéí äÅðÌÈä, åÀùÑÆáÇò äÇùÌÑÄáÌÃìÄéí äÈøÅ÷åÉú, ùÑÀãËôåÉú äÇ÷ÌÈãÄéí--éÄäÀéåÌ, ùÑÆáÇò ùÑÀðÅé øÈòÈá.
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27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del Solano, siete años serán de hambre.
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ëç äåÌà äÇãÌÈáÈø, àÂùÑÆø ãÌÄáÌÇøÀúÌÄé àÆì-ôÌÇøÀòÉä: àÂùÑÆø äÈàÁìÉäÄéí òÉùÒÆä, äÆøÀàÈä àÆú-ôÌÇøÀòÉä.
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28 Esto es lo que respondo á Faraón. Lo que Dios va á hacer, halo mostrado á Faraón.
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ëè äÄðÌÅä ùÑÆáÇò ùÑÈðÄéí, áÌÈàåÉú--ùÒÈáÈò âÌÈãåÉì, áÌÀëÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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29 He aquí vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de Egipto:
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ì åÀ÷ÈîåÌ ùÑÆáÇò ùÑÀðÅé øÈòÈá, àÇçÂøÅéäÆï, åÀðÄùÑÀëÌÇç ëÌÈì-äÇùÌÒÈáÈò, áÌÀàÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí; åÀëÄìÌÈä äÈøÈòÈá, àÆú-äÈàÈøÆõ.
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30 Y levantarse han tras ellos siete años de hambre; y toda la hartura será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra;
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ìà åÀìÉà-éÄåÌÈãÇò äÇùÌÒÈáÈò áÌÈàÈøÆõ, îÄôÌÀðÅé äÈøÈòÈá äÇäåÌà àÇçÂøÅé-ëÅï: ëÌÄé-ëÈáÅã äåÌà, îÀàÉã.
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31 Y aquella abundancia no se echará de ver á causa del hambre siguiente, la cual será gravísima.
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ìá åÀòÇì äÄùÌÑÈðåÉú äÇçÂìåÉí àÆì-ôÌÇøÀòÉä, ôÌÇòÂîÈéÄí--ëÌÄé-ðÈëåÉï äÇãÌÈáÈø îÅòÄí äÈàÁìÉäÄéí, åÌîÀîÇäÅø äÈàÁìÉäÄéí ìÇòÂùÒÉúåÉ.
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32 Y el suceder el sueño á Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura á hacerla.
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ìâ åÀòÇúÌÈä éÅøÆà ôÇøÀòÉä, àÄéùÑ ðÈáåÉï åÀçÈëÈí; åÄéùÑÄéúÅäåÌ, òÇì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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33 Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
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ìã éÇòÂùÒÆä ôÇøÀòÉä, åÀéÇôÀ÷Åã ôÌÀ÷ÄãÄéí òÇì-äÈàÈøÆõ; åÀçÄîÌÅùÑ àÆú-àÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, áÌÀùÑÆáÇò ùÑÀðÅé äÇùÌÒÈáÈò.
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34 Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la hartura;
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ìä åÀéÄ÷ÀáÌÀöåÌ, àÆú-ëÌÈì-àÉëÆì äÇùÌÑÈðÄéí äÇèÌÉáåÉú, äÇáÌÈàÉú, äÈàÅìÌÆä; åÀéÄöÀáÌÀøåÌ-áÈø úÌÇçÇú éÇã-ôÌÇøÀòÉä, àÉëÆì áÌÆòÈøÄéí--åÀùÑÈîÈøåÌ.
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35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
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ìå åÀäÈéÈä äÈàÉëÆì ìÀôÄ÷ÌÈãåÉï, ìÈàÈøÆõ, ìÀùÑÆáÇò ùÑÀðÅé äÈøÈòÈá, àÂùÑÆø úÌÄäÀéÆéïÈ áÌÀàÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí; åÀìÉà-úÄëÌÈøÅú äÈàÈøÆõ, áÌÈøÈòÈá.
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36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
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ìæ åÇéÌÄéèÇá äÇãÌÈáÈø, áÌÀòÅéðÅé ôÇøÀòÉä, åÌáÀòÅéðÅé, ëÌÈì-òÂáÈãÈéå.
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37 Y el negocio pareció bien á Faraón, y á sus siervos.
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ìç åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä, àÆì-òÂáÈãÈéå: äÂðÄîÀöÈà ëÈæÆä--àÄéùÑ, àÂùÑÆø øåÌçÇ àÁìÉäÄéí áÌåÉ.
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38 Y dijo Faraón á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien haya espíritu de Dios?
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ìè åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä àÆì-éåÉñÅó, àÇçÂøÅé äåÉãÄéòÇ àÁìÉäÄéí àåÉúÀêÈ àÆú-ëÌÈì-æÉàú, àÅéï-ðÈáåÉï åÀçÈëÈí, ëÌÈîåÉêÈ.
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39 Y dijo Faraón á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú:
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î àÇúÌÈä úÌÄäÀéÆä òÇì-áÌÅéúÄé, åÀòÇì-ôÌÄéêÈ éÄùÌÑÇ÷ ëÌÈì-òÇîÌÄé; øÇ÷ äÇëÌÄñÌÅà, àÆâÀãÌÇì îÄîÌÆêÌÈ.
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40 Tú serás sobre mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo: solamente en el trono seré yo mayor que tú.
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îà åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä, àÆì-éåÉñÅó: øÀàÅä ðÈúÇúÌÄé àÉúÀêÈ, òÇì ëÌÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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41 Dijo más Faraón á José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
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îá åÇéÌÈñÇø ôÌÇøÀòÉä àÆú-èÇáÌÇòÀúÌåÉ îÅòÇì éÈãåÉ, åÇéÌÄúÌÅï àÉúÈäÌ òÇì-éÇã éåÉñÅó; åÇéÌÇìÀáÌÅùÑ àÉúåÉ áÌÄâÀãÅé-ùÑÅùÑ, åÇéÌÈùÒÆí øÀáÄã äÇæÌÈäÈá òÇì-öÇåÌÈàøåÉ.
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42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y púsolo en la mano de José, é hízole vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
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îâ åÇéÌÇøÀëÌÅá àÉúåÉ, áÌÀîÄøÀëÌÆáÆú äÇîÌÄùÑÀðÆä àÂùÑÆø-ìåÉ, åÇéÌÄ÷ÀøÀàåÌ ìÀôÈðÈéå, àÇáÀøÅêÀ; åÀðÈúåÉï àÉúåÉ, òÇì ëÌÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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43 E hízolo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: Doblad la rodilla: y púsole sobre toda la tierra de Egipto.
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îã åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä àÆì-éåÉñÅó, àÂðÄé ôÇøÀòÉä; åÌáÄìÀòÈãÆéêÈ, ìÉà-éÈøÄéí àÄéùÑ àÆú-éÈãåÉ åÀàÆú-øÇâÀìåÉ--áÌÀëÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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44 Y dijo Faraón á José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
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îä åÇéÌÄ÷ÀøÈà ôÇøÀòÉä ùÑÅí-éåÉñÅó, öÈôÀðÇú ôÌÇòÀðÅçÇ, åÇéÌÄúÌÆï-ìåÉ àÆú-àÈñÀðÇú áÌÇú-ôÌåÉèÄé ôÆøÇò ëÌÉäÅï àÉï, ìÀàÄùÌÑÈä; åÇéÌÅöÅà éåÉñÅó, òÇì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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45 Y llamó Faraón el nombre de José, Zaphnath-paaneah; y dióle por mujer á Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto.
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îå åÀéåÉñÅó, áÌÆï-ùÑÀìÉùÑÄéí ùÑÈðÈä, áÌÀòÈîÀãåÉ, ìÄôÀðÅé ôÌÇøÀòÉä îÆìÆêÀ-îÄöÀøÈéÄí; åÇéÌÅöÅà éåÉñÅó îÄìÌÄôÀðÅé ôÇøÀòÉä, åÇéÌÇòÂáÉø áÌÀëÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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46 Y era José de edad de treinta años cuando fué presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón, y transitó por toda la tierra de Egipto.
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îæ åÇúÌÇòÇùÒ äÈàÈøÆõ, áÌÀùÑÆáÇò ùÑÀðÅé äÇùÌÒÈáÈò--ìÄ÷ÀîÈöÄéí.
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47 E hizo la tierra en aquellos siete años de hartura á montones.
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îç åÇéÌÄ÷ÀáÌÉõ àÆú-ëÌÈì-àÉëÆì ùÑÆáÇò ùÑÈðÄéí, àÂùÑÆø äÈéåÌ áÌÀàÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, åÇéÌÄúÌÆï-àÉëÆì, áÌÆòÈøÄéí: àÉëÆì ùÒÀãÅä-äÈòÄéø àÂùÑÆø ñÀáÄéáÉúÆéäÈ, ðÈúÇï áÌÀúåÉëÈäÌ.
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48 Y él juntó todo el mantenimiento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto, y guardó mantenimiento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el mantenimiento del campo de sus alrededores.
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îè åÇéÌÄöÀáÌÉø éåÉñÅó áÌÈø ëÌÀçåÉì äÇéÌÈí, äÇøÀáÌÅä îÀàÉã--òÇã ëÌÄé-çÈãÇì ìÄñÀôÌÉø, ëÌÄé-àÅéï îÄñÀôÌÈø.
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49 Y acopió José trigo como arena de la mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.
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ð åÌìÀéåÉñÅó éËìÌÇã ùÑÀðÅé áÈðÄéí, áÌÀèÆøÆí úÌÈáåÉà ùÑÀðÇú äÈøÈòÈá, àÂùÑÆø éÈìÀãÈä-ìÌåÉ àÈñÀðÇú, áÌÇú-ôÌåÉèÄé ôÆøÇò ëÌÉäÅï àåÉï.
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50 Y nacieron á José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le parió Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On.
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ðà åÇéÌÄ÷ÀøÈà éåÉñÅó àÆú-ùÑÅí äÇáÌÀëåÉø, îÀðÇùÌÑÆä: ëÌÄé-ðÇùÌÑÇðÄé àÁìÉäÄéí àÆú-ëÌÈì-òÂîÈìÄé, åÀàÅú ëÌÈì-áÌÅéú àÈáÄé.
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51 Y llamó José el nombre del primogénito Manasés; porque Dios (dijo) me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.
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ðá åÀàÅú ùÑÅí äÇùÌÑÅðÄé, ÷ÈøÈà àÆôÀøÈéÄí: ëÌÄé-äÄôÀøÇðÄé àÁìÉäÄéí, áÌÀàÆøÆõ òÈðÀéÄé.
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52 Y el nombre del segundo llamólo Ephraim; porque Dios (dijo) me hizo fértil en la tierra de mi aflicción.
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ðâ åÇúÌÄëÀìÆéðÈä, ùÑÆáÇò ùÑÀðÅé äÇùÌÒÈáÈò, àÂùÑÆø äÈéÈä, áÌÀàÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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53 Y cumpliéronse los siete años de la hartura, que hubo en la tierra de Egipto.
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ðã åÇúÌÀçÄìÌÆéðÈä ùÑÆáÇò ùÑÀðÅé äÈøÈòÈá, ìÈáåÉà, ëÌÇàÂùÑÆø, àÈîÇø éåÉñÅó; åÇéÀäÄé øÈòÈá áÌÀëÈì-äÈàÂøÈöåÉú, åÌáÀëÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí äÈéÈä ìÈçÆí.
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54 Y comenzaron á venir los siete años del hambre, como José había dicho: y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.
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ðä åÇúÌÄøÀòÇá ëÌÈì-àÆøÆõ îÄöÀøÇéÄí, åÇéÌÄöÀòÇ÷ äÈòÈí àÆì-ôÌÇøÀòÉä ìÇìÌÈçÆí; åÇéÌÉàîÆø ôÌÇøÀòÉä ìÀëÈì-îÄöÀøÇéÄí ìÀëåÌ àÆì-éåÉñÅó, àÂùÑÆø-éÉàîÇø ìÈëÆí úÌÇòÂùÒåÌ.
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55 Y cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó á Faraón por pan. Y dijo Faraón á todos los Egipcios: Id á José, y haced lo que él os dijere.
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ðå åÀäÈøÈòÈá äÈéÈä, òÇì ëÌÈì-ôÌÀðÅé äÈàÈøÆõ; åÇéÌÄôÀúÌÇç éåÉñÅó àÆú-ëÌÈì-àÂùÑÆø áÌÈäÆí, åÇéÌÄùÑÀáÌÉø ìÀîÄöÀøÇéÄí, åÇéÌÆçÁæÇ÷ äÈøÈòÈá, áÌÀàÆøÆõ îÄöÀøÈéÄí.
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56 Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía á los Egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto.
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ðæ åÀëÈì-äÈàÈøÆõ áÌÈàåÌ îÄöÀøÇéÀîÈä, ìÄùÑÀáÌÉø àÆì-éåÉñÅó: ëÌÄé-çÈæÇ÷ äÈøÈòÈá, áÌÀëÈì-äÈàÈøÆõ.
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57 Y toda la tierra venía á Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.
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