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à ìÇîÀðÇöÌÅçÇ àÆì-ùÑÉùÑÇðÌÄéí; òÅãåÌú ìÀàÈñÈó îÄæÀîåÉø.
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1 OH Pastor de Israel, escucha: Tú que pastoreas como á ovejas á José, Que estás entre querubines, resplandece.
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á øÉòÅä éÄùÒÀøÈàÅì, äÇàÂæÄéðÈä-- ðÉäÅâ ëÌÇöÌÉàï éåÉñÅó;
éÉùÑÅá äÇëÌÀøåÌáÄéí äåÉôÄéòÈä.
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2 Despierta tu valentía delante de Ephraim, y de Benjamín, y de Manasés, Y ven á salvarnos.
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â ìÄôÀðÅé àÆôÀøÇéÄí, åÌáÄðÀéÈîÄï åÌîÀðÇùÌÑÆä-- òåÉøÀøÈä àÆú-âÌÀáåÌøÈúÆêÈ;
åÌìÀëÈä ìÄéùÑËòÈúÈä ìÌÈðåÌ.
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3 Oh Dios, haznos tornar; Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
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ã àÁìÉäÄéí äÂùÑÄéáÅðåÌ; åÀäÈàÅø ôÌÈðÆéêÈ, åÀðÄåÌÈùÑÅòÈä.
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4 Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?
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ä éÀäåÈä àÁìÉäÄéí öÀáÈàåÉú-- òÇã-îÈúÇé òÈùÑÇðÀúÌÈ, áÌÄúÀôÄìÌÇú òÇîÌÆêÈ.
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5 Dísteles á comer pan de lágrimas, Y dísteles á beber lágrimas en gran abundancia.
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å äÆàÁëÇìÀúÌÈí, ìÆçÆí ãÌÄîÀòÈä; åÇúÌÇùÑÀ÷ÅîåÉ, áÌÄãÀîÈòåÉú ùÑÈìÄéùÑ.
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6 Pusístenos por contienda á nuestros vecinos: Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
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æ úÌÀùÒÄéîÅðåÌ îÈãåÉï, ìÄùÑÀëÅðÅéðåÌ; åÀàÉéÀáÅéðåÌ, éÄìÀòÂâåÌ-ìÈîåÉ.
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7 Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; Y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
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ç àÁìÉäÄéí öÀáÈàåÉú äÂùÑÄéáÅðåÌ; åÀäÈàÅø ôÌÈðÆéêÈ, åÀðÄåÌÈùÑÅòÈä.
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8 Hiciste venir una vid de Egipto: Echaste las gentes, y plantástela.
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è âÌÆôÆï, îÄîÌÄöÀøÇéÄí úÌÇñÌÄéòÇ; úÌÀâÈøÅùÑ âÌåÉéÄí, åÇúÌÄèÌÈòÆäÈ.
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9 Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
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é ôÌÄðÌÄéúÈ ìÀôÈðÆéäÈ; åÇúÌÇùÑÀøÅùÑ ùÑÈøÈùÑÆéäÈ, åÇúÌÀîÇìÌÅà-àÈøÆõ.
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10 Los montes fueron cubiertos de su sombra; Y sus sarmientos como cedros de Dios.
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éà ëÌÈñÌåÌ äÈøÄéí öÄìÌÈäÌ; åÇòÂðÈôÆéäÈ, àÇøÀæÅé-àÅì.
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11 Extendió sus vástagos hasta la mar, Y hasta el río sus mugrones.
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éá úÌÀùÑÇìÌÇç ÷ÀöÄéøÆäÈ òÇã-éÈí; åÀàÆì-ðÈäÈø, éåÉðÀ÷åÉúÆéäÈ.
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12 ¿Por qué aportillaste sus vallados, Y la vendimian todos los que pasan por el camino?
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éâ ìÈîÌÈä, ôÌÈøÇöÀúÌÈ âÀãÅøÆéäÈ; åÀàÈøåÌäÈ, ëÌÈì-òÉáÀøÅé ãÈøÆêÀ.
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13 Estropeóla el puerco montés, Y pacióla la bestia del campo.
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éã éÀëÇøÀñÀîÆðÌÈä çÂæÄéø îÄéÌÈòÇø; åÀæÄéæ ùÒÈãÇé éÄøÀòÆðÌÈä.
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14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
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èå àÁìÉäÄéí öÀáÈàåÉú, ùÑåÌá-ðÈà:
äÇáÌÅè îÄùÌÑÈîÇéÄí åÌøÀàÅä; åÌôÀ÷Éã, âÌÆôÆï æÉàú.
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15 Y la planta que plantó tu diestra, Y el renuevo que para ti corroboraste.
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èæ åÀëÇðÌÈä, àÂùÑÆø-ðÈèÀòÈä éÀîÄéðÆêÈ; åÀòÇì-áÌÅï, àÄîÌÇöÀúÌÈä ìÌÈêÀ.
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16 Quemada á fuego está, asolada: Perezcan por la reprensión de tu rostro.
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éæ ùÒÀøËôÈä áÈàÅùÑ ëÌÀñåÌçÈä; îÄâÌÇòÂøÇú ôÌÈðÆéêÈ éÉàáÅãåÌ.
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17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.
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éç úÌÀäÄé-éÈãÀêÈ, òÇì-àÄéùÑ éÀîÄéðÆêÈ; òÇì-áÌÆï-àÈãÈí, àÄîÌÇöÀúÌÈ ìÌÈêÀ.
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18 Así no nos volveremos de ti: Vida nos darás, é invocaremos tu nombre.
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éè åÀìÉà-ðÈñåÉâ îÄîÌÆêÌÈ; úÌÀçÇéÌÅðåÌ, åÌáÀùÑÄîÀêÈ ðÄ÷ÀøÈà.
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19 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, haznos tornar; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
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ë éÀäåÈä àÁìÉäÄéí öÀáÈàåÉú äÂùÑÄéáÅðåÌ; äÈàÅø ôÌÈðÆéêÈ, åÀðÄåÌÈùÑÅòÈä.
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